La Coordinadora Arauco Malleco se atribuyó este viernes la quema de una máquina forestal en una ruta a Traiguén. Fue el primer atentado reivindicado por el grupo radical luego de que el gobierno de Boric pidiera imputar a su líder por Ley de Seguridad del Estado. Se lo adjudicó uno de sus brazos armados, compuesto por combatientes que llaman “weychafe”. Se fomenta que estos mantengan un buen estado físico, pelo corto y eviten fumar. Llaitul dice que para su entrenamiento reivindica una disciplina marcial mapuche que rescata los movimientos de los animales. Antes de cada operativo, rezan. En el caso de Pablo Marchant —muerto el año pasado en un atentado—, dijo que tras su sacrificio llegó a un lugar del cielo mapuche reservado a los guerreros.
Rogativas. “Una vez en una acción, un chem, enmarcado en una recuperación de tierras, mis hermanos hicieron una pausa para hacer una rogativa, un llepillun. Naturalmente, me plegué y me arrodillé junto a ellos”, dijo Héctor Llaitul, 54, en el libro “Weichan: Conversación con un weychafe en la prisión política”, publicado en 2012 por Jorge Arrate.
- En el texto Arrate introdujo un aspecto poco conocido del grupo radical mapuche, cuyo primer atentado incendiario se remonta a 1997: la dimensión religiosa de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM).
- “A pesar de que esto pudiera considerarse como una falla en la seguridad, es la norma entre los mapuches encomendarse a Chau Ngenechen (dios mapuche) y a los pu longko, nuestros antepasados, sobre todo porque así se rigen los pasos del weychafe (combatiente). Es el kiñe rüpü, el camino, la determinación”, dijo el cofundador y vocero de la CAM.
- Llaitul volvería sobre este aspecto en el libro Chem ka Rakiduam (acción y pensamiento), publicado originalmente en 2019 y cuya versión extendida fue relanzada en junio por el líder de la CAM en un centro comunitario de Lo Hermida, en Peñalolén, donde se controló la entrada y prohibió el ingreso de teléfonos. En éste se incorporaron testimonios en primera persona de integrantes de sus brazos armados, los Órganos de Resistencia Territorial (ORT).
- “Soy un joven lafkenche de 25 años que ha crecido en las tierras de Arauco (…). Soy weychafe y militante de uno de los ORT que actúan bajo los lineamientos políticos de la CAM”, consignó uno de los testimonios. “Miembros de la ORT huilliche realizaron un informe para una acción que se realizaría en su territorio y yo accedí a participar debido a mi experiencia en este tipo de acciones. Esta correspondía a una faena forestal que se encontraba trabajando por las noches, por lo cual la forma de actuar requería de más personas para realizarse, además de que posiblemente habría resguardo policial”.
- “Era finales de febrero, principio de marzo. Caminando junto a los 4 peñi (hermanos) tuvimos que atravesar varios bosques, pasar por quebradas, la última de las cuales no nos permitió ingresar por el lado inferior al lugar de la faena que se encontraba en un cerro. En esa misma quebrada, y como es nuestra costumbre, realizamos llellipun, en el cual hicimos rogativa y pedimos la compañía, el respaldo espiritual de nuestro Nguenechen. Como sucede en general, no fue sino hasta ese momento que nos pusimos en actitud de combate”.
Disciplina militar. “En la lucha que hemos desarrollado con la CAM, no he aplicado nada específico que haya aprendido en el Frente Patriótico (Manuel Rodríguez), no porque éste no fuera una buena escuela. Lo que hice, desde la realidad mapuche, fue recoger formas ancestrales de lucha y me subordiné a esa experiencia”, dijo Llaitul en el libro Weichan. El líder de la CAM ha relatado que siendo estudiante de trabajo social en la Universidad de Concepción se sumó al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Luego pasó al FPMR.
- “Yo sé que para algunos es contradictorio ser de izquierda, o revolucionario y al mismo tiempo gustar de la disciplina militar. A mí, en cambio, me gusta la disciplina militar y la practico”, dijo en Weichan.
- “Además hago mucho deporte, cultivo el desarrollo físico. ¿Me pregunta si hice el servicio militar? Imagínese mi frustración: ¡No me dejaron porque soy miope! Me explico más: en Chile lo militar pareciera ser patrimonio de la cultura de derecha. De esta manera, se ha hecho una marcada diferencia con la violencia revolucionaria. ¿Por qué sólo los poderosos tienen derecho a utilizar violencia y, cuando la llegan a usar los oprimidos, son catalogados de terroristas? Por mi parte, reivindico al guerrillero y sobre todo al weychafe, que es una concepción mucho más integral que un militar de derecha”.
- “Pelantaru fue un tremendo guerrero, un weychafe, cuya ofensiva, iniciada en 1596, fue un hecho de aquellos que consideramos históricos (…). De Pelantaru recogemos también el concepto de la disciplina. Fue Pelantaru quien decretó que sus guerreros debían tener el pelo corto para que el enemigo no aprovechara en la guerra las largas cabelleras de nuestros cona (soldados mapuches), pero también para diferenciarlos de los indios serviles o yanaconas (traidores) y, además, por una cuestión de higiene indispensable en la actividad militar cuando ésta se vuelve una forma de vida”.
- Al hablar de Matías Catrileo —el joven mapuche de Santiago que murió en 2008 durante un intento de toma de un fundo en Vilcún, caso por el que un cabo de Carabineros fue condenado a una pena de libertad vigilada por uso de violencia innecesaria—, Llaitul volvió sobre la disciplina y apariencia que espera de sus combatientes. “Según el mismo gustaba decir, (Catrileo) era una mezcla de punk y chorizo”, dijo Llaitul.
- “(Pero) Matías terminó por transformarse en un destacado militar mapuche, en un weychafe (…). Para mí fue muy impresionante seguir sus cambios, que incluían su forma de hablar y su presencia personal. Dejó de fumar y se ejercitaba y absorbía todo lo que se proponía intelectualmente, porque en ese plano era muy destacado. Su máxima definición fue abandonar sus estudios e irse a vivir y luchar en las comunidades”.
- “Sus cualidades como weychafe lo habrían impulsado, lo doy por seguro, a ser una figura principal de nuestro movimiento. Soy un convencido de que Matías vive entre nosotros. Los mapuche lo sabemos. Su püllü (espíritu de los muertos) se deposita cada vez que continuamos este proceso de liberación”.
Arte marcial mapuche. “No sé si usted sabe que los mapuche tienen condiciones militares excepcionales, por eso hay muchos que hacen el servicio militar y son reclutados por las FFAA, inclusive algunos terminan en tropas de élite. Sin duda que existe un ascendiente militar en los mapuche. Es más, el mapuche desarrolló antiguamente el Kollellawaiñ, que pudiera traducirse como el arte de mantener la cintura como una hormiga”, dijo en el libro Weichan.
- “Es una disciplina, un tipo de arte marcial, como las de origen oriental, que recoge posturas y movimientos defensivos y ofensivos, propios de ciertos animales. En el pasado, el Kollellawaiñ se practicó mucho por los cona y los weychafe. Era parte obligada de la disciplina militar. Hoy, algunos lo siguen practicando de manera reservada, con el fin de ritualizar al antiguo guerrero y nosotros lo reivindicamos como parte de la autodisciplina del weychafe”.
Recompensa en el cielo. “Pablo Marchant era muy especial, pero lo que a él lo caracterizaba era su lealtad”, dijo en una entrevista dada al portal en inglés Chile Today y al sitio Werkén Noticias, difundida el jueves 21. Esa entrevista, dividida en 3 partes, derivó en que el gobierno de Gabriel Boric interpusiera una ampliación de las acciones penales presentadas en la administración anterior, recurriendo a la Ley de Seguridad del Estado..
- En el video Llaitul habló extensamente sobre la figura que ha levantado como mártir: Pablo Marchant Gutiérrez, el exestudiante de antropología de la U. de Concepción que dejó la facultad, se sumó a un brazo operativo de la CAM y murió por un tiro policial el 9 de julio de 2021, cuando participaba de un atentado incendiario al fundo forestal Santa Ana de Carahue, que contaba con protección de Carabineros. Tenía 28 años. En el ataque también fue herido de gravedad un trabajador, tema que Llaitul omitió en la entrevista.
- “Él dio saltos en su vida personal y de militante, y posteriormente de guerrero, weychafe, entregando y sacrificando su vida. La forma incluso en que murió, da cuenta de la dimensión humana y espiritual de un weychafe”, dijo Llaitul.
- “Nosotros, incluso hoy día, sentimos a Pablo Marchant presente. Lo sentimos cercano, porque su püllü (espíritu) no está fuera de la lucha que desarrollamos. Él está en el wenumapu (cielo habitado por dioses), está en un transitar en el wenumapu y en el wenumapu específico, el lif wenumapu (cielo limpio), el lugar donde están nuestros fütakeche kuyfi llem, nuestros antepasados que guerrearon. (…) Ahí está Toño Marchant”.
- “La forma nuestra de reivindicarlo es obviamente a través del sabotaje (…), como ha quedado de manifiesto en estas últimas dos semanas”, recalcó en el video.
- La CAM se atribuyó este viernes la quema de un tractor en la ruta entre Los Sauces y Traiguén, en La Araucanía, como parte de su ofensiva para lograr lo que denominan “Liberación Nacional Mapuche”.
- “ORT Pelontraru se adjudica un sabotaje a maquinaria forestal”, decía la declaración difundida en el sitio Werkén Noticias, acompañada de una foto de la máquina en llamas. El texto terminaba con la frase en mapudungún “¡Amulepe taiñ Weychan!”, que se puede traducir como “nuestra lucha continúa”.
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