El histórico director para las Américas de HRW dejará en febrero el organismo internacional en el que lleva 35 años para, dijo, “ofrecer mi expertise en la solución de conflictos”. En su entorno explican que planea dedicarse a la prevención de violaciones a los DDHH y a la mediación en conflictos, además de escribir un libro. El anuncio lo hizo el mismo día en que se publicó una columna suya criticando el silencio de EEUU frente a los “ataques a la democracia” del presidente mexicano, López Obrador. En sus funciones, Vivanco ha mantenido también disputas con Castro, Chávez y Uribe. Estuvo detrás del duro informe sobre deportaciones de venezolanos que causó molestia en La Moneda y criticó la definición de negacionismo aprobada por la Convención Constitucional.
En qué fijarse: El histórico director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, anunció que dejará en febrero el organismo internacional en medio de lo que describió como un complejo momento para los Derechos Humanos (DDHH) en la región.
- “A partir de febrero, dejaré mi trabajo en Human Rights Watch”, publicó en Twitter el sábado. “Quiero explorar nuevas formas de hacer esta tarea”.
- En una entrevista dada a La Nación de Argentina explicó que “quiero construir sobre lo que he aprendido para ofrecer mi expertise en la solución de conflictos con consecuencias para la vigencia de los Derechos Humanos”. En su entorno precisan que espera desenvolverse en la prevención de violaciones a los DDHH y en la mediación entre entre distintos actores en conflicto. También planea dedicarse a la academia y a escribir un libro.
- Sobre los motivos de su decisión, cercanos mencionan que está relacionada con una reflexión por sus 60 años y la pandemia. No precisan si hubo o no conflictos internos en la organización internacional.
- Vivanco había realizado labores paralelas a HRG previamente, pero siempre conectado al organismo internacional. En 1990 fundó una ONG que presentaba denuncias ante organismos internacionales de DDHH llamada Centro por la Justicia y el Derecho Internacional.
- Respecto de la situación regional en DDHH dijo a La Nación que “no hay duda de que estamos pasando por una mala racha y sin hablar de las dictaduras consolidadas como Nicaragua o Venezuela”. Planteó que la principal amenaza actual son “los populistas, de izquierda o de derecha, que prometen mejoras a costa de destruir las instituciones democráticas”.
- Vivanco anunció su salida el mismo día en que el diario estadounidense Los Angeles Times publicó una columna suya donde escribió que Estados Unidos (EEUU) había guardado un notorio silencio frente a los “ataques a la democracia” del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. El abogado acusó al mandatario de buscar eliminar agencias gubernamentales, entre ellas la autoridad electoral, e intimidar al sistema judicial, además de tildar de “neoliberal” o “conservador” a cualquiera que se opusiera a sus ideas.
- En su columna también mencionó que durante el viaje que la vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, hizo a México en junio, ésta dijo haber instado a López Obrador a respetar la independencia del Poder Judicial, los medios y la sociedad civil, pero que horas después su vocera corrigió en la versión en español de EFE que la vicepresidenta sólo había discutido de inmigración y economía con el mandatario.
- El asesor del presidente estadounidense Joe Biden para América Latina, Juan S. González, escribió en Twitter: “Un gran amigo, aun cuando llama para regañarme (…). Seguirá (siendo) una voz importante durante estos tiempos difíciles para la democracia”.
- Sus funciones las asumiría Tamara Taraciuk, quien ha trabajado con Vivanco durante más de una década.
Su trayectoria: José Miguel Vivanco Inostroza, 60, nació el 3 de enero de 1961 en Santiago. Su padre, Tulio Vivanco, era abogado de la UC y su madre, Ana Inostroza, una dueña casa cercana a la Iglesia Católica.
- Estudió en el colegio Manuel de Salas de Santiago, liceo donde despertó su interés por la lectura y el derecho. Tenía 12 años cuando ocurrió el Golpe Militar, una experiencia que marcaría su visión sobre los DDHH. En su entorno cuentan que en su adolescencia fue un ávido lector de la revista Mensaje de los jesuitas y que en más de una ocasión fue a la catedral a escuchar las homilías del cardenal Raúl Silva Henríquez, en esos años arzobispo de Santiago, y crítico de la dictadura de Augusto Pinochet.
- Sus primeros trabajos fueron como asistente de derecho penal del profesor Alfredo Etcheberry en la U. Diego Portales, cargo que también desempeñó con el profesor Sergio Yáñez en la U. de Chile. Tras obtener una beca, se desempeñó además en el programa de derechos humanos de la naciente Academia de Humanismo Cristiano.
- En 1986 postuló a HRW, donde es director de la División de las Américas. Su primera labor fue en litigios ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por desapariciones de personas en Honduras, tarea en la que estuvo un año y medio. Estos alegatos eran en español, lo que le permitió una lenta transición al inglés.
Sus episodios más complejos. Vivanco ha tenido públicos desencuentros con distintos mandatarios. En 1995 negoció con Fidel Castro la liberación de 6 presos críticos al régimen, experiencia donde describió al líder cubano como un caudillo autoritario. “No llevaba un año como director ejecutivo de HRW y la primera dama de Francia, Danielle Mitterrand, me invitó a recorrer casi todas las prisiones de la isla recogiendo información para luego pedirle a Castro la liberación de 24 presos. La reunión comenzó cerca de las 8:30 pm y terminó a las 4:00 am, y Fidel Castro, que fue muy grosero y autoritario, tenía cada uno de los expedientes de los prisioneros sobre la mesa”, dijo en 2019 al diario El Tiempo.
- También mantuvo públicos desencuentros con José Miguel Insulza en su rol de secretario general de la (OEA), entre 2005 y 2015. Lo acusó de falta de voluntad política para condenar abusos en Venezuela, a lo que Insulza respondió que Vivanco veía violaciones a los DDHH antes de que ocurrieran. Ambos se habían conocido por los distintos cargos ministeriales que había ocupado Insulza desde el retorno a la democracia y el episodio enfrió la relación.
- El 18 de septiembre de 2008 ocurrió un episodio inesperado, luego de presentar el informe “Una década de Chávez”, en que se desagregaban violaciones a los DDHH en Venezuela. Vivanco volvió a su hotel tras comer con corresponsales extranjeros cuando le llamaron la atención las miradas fijas que recibió en el lobby. El pianista dejó de tocar y él lo atribuyó erróneamente al éxito de la conferencia de prensa. Subió al piso 12 y vio afuera del ascensor a una treintena de personas, a uno con cámara y a otros vestidos con tenidas militares de combate y armados. Entre ellos estaba el encargado de DDHH de Chávez, que comenzó a leer su decreto de expulsión. Vivanco intentó negociar, pidió hablar con el embajador de Chile, pero no lo autorizaron. Lo sacaron de la pieza y lo llevaron al aeropuerto, desde donde voló a Sao Paulo, Brasil.
- También tuvo desencuentros con Álvaro Uribe en Colombia. Hubo una reunión donde trataron un proyecto de penas alternativas para los paramilitares que, a juicio de Vivanco, implicaba impunidad. Asistió con 2 abogadas de su equipo y, frente a ellas, el presidente colombiano perdió el control. “Me gritaba que yo era un embajador de las Farc en Washington. Estaba tan fuera de sí que se levantó de la mesa, dio un portazo y se fue. Insólito. Nunca me había ocurrido algo semejante con nadie ni menos un jefe de Estado. Los ministros se quedaron en la sala y seguimos la reunión como si nada, aunque con mucha tensión. Después de 10 minutos, Uribe regresó calmado”, dijo a El Tiempo.
Su relación con el gobierno y la Convención: La relación con Piñera se remonta a su primer gobierno, pero se extendió después de que dejara La Moneda en 2014. Cercanos a Vivanco cuentan que en más de una ocasión Piñera aprovechó visitas que realizó a Santiago para invitarlo a su oficina en Apoquindo y conversar sobre temas regionales, en los que le consultaba sobre política exterior estadounidense y latinoamericana. En noviembre de 2019 se reunió con el mandatario para tratar la crisis del 18-O, oportunidad en que dijo que hubo violaciones a los DDHH en ese período.
- En julio, HRW dio a conocer un duro informe sobre la deportación de los venezolanos en Chile, pidiendo al Gobierno que se ponga fin a expulsiones sumarias y recalcando que en buena parte de ellas se incumplía el derecho internacional e incurría en violaciones a sus derechos. El reporte causó molestia en La Moneda, porque no se les consultó previamente su posición, dijeron.
- El 1 de octubre criticó la definición de negacionismo aprobada en el reglamento de ética de la Convención Constitucional, que en su artículo 23, impulsado por el PC, dice que éste será entendido como “toda acción u omisión que justifique, niegue o minimice, haga apología o glorifique los delitos de lesa humanidad ocurridos en Chile entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1990, y las violaciones a los derechos humanos ocurridas en el contexto del estallido social de octubre de 2019 y con posterioridad a éste”. “La definición de negacionismo que aprobó la Convención Constituyente es vaga y ambigua y, por ello, inconsistente con estándares internacionales sobre libertad de expresión. La Convención debería ser el espacio para un debate amplio, sin autocensura”, escribió Vivanco.
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