En su visita a Chile en abril, Josep Borrell había pedido no reabrir las negociaciones. La UE las califica como reuniones “técnicas”. La canciller Urrejola dijo en agosto que los encuentros “no son rondas de negociaciones”.
Semana de conversaciones. Hoy lunes 3 de octubre parte una nueva semana de conversaciones entre Chile y la Unión Europea para avanzar en la modernización del Acuerdo de Asociación bilateral, suscrito en noviembre de 2002 y vigente desde febrero de 2003.
- La Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei), que encabeza José Miguel Ahumada, informó a Ex-Ante que “las reuniones parten hoy y finalizan el viernes 07 de octubre en dependencias de Cancillería”.
- Las conversaciones se mantienen en reserva. Pese a que en el pasado los críticos a las negociaciones han acusado opacidad en cómo se realizan las tratativas, la Subrei no responde si acaso evaluaron instalar un “cuarto adjunto” donde la sociedad civil pueda estar informada e incidir en estas sesiones.
- Según lo averiguado por este medio, la comitiva europea está liderada por el italiano Paolo Garzotti, jefe de unidad de América Latina en la Dirección General de Comercio de la Comisión Europea. En total, en su equipo instalado en Santiago no hay más de cinco personas.
- Por el lado de Chile, las conversaciones las dirige el director de Asuntos Económicos Bilaterales, Sebastián Gómez.
- Ya ha habido otros encuentros de este tipo. Hubo uno presencial en Bruselas en la primera quincena de junio, donde la parte europea expuso el contenido del acuerdo cuya etapa de cierre técnico concluyó en octubre de 2021. Luego hubo intercambios virtuales, sobre todo en septiembre en la semana posterior al Plebiscito. Y a partir de hoy comienza de nuevo una serie de tratativas presenciales, en Chile. Eventualmente podría haber otra, en noviembre, en Bruselas.
- La única vez en que el Gobierno definió en forma institucional la estrategia ante la UE ocurrió el 22 de abril. Fue en un comité interministerial al que no asistió ningún ministro, sino subsecretarios en su mayoría de Apruebo Dignidad (Frente Amplio, PC, FRVS), liderados por Ahumada.
¿Negociaciones? Hasta ahora tanto Chile como la Unión Europea han hablado de “revisión” y “reuniones” al referirse a las tratativas que, en la práctica, han reabierto las conversaciones concluidas en forma “técnica” en octubre de 2021. Eso acaba de cambiar con una respuesta enviada por el subsecretario José Miguel Ahumada por medio de la resolución exenta J-99 del 21 de septiembre de 2022.
- El subsecretario Ahumada indicó a Ex-Ante que “las negociaciones comerciales con la Unión Europea se encuentran aún en curso”. Agregó que “la discusión de la estrategia negociadora de Chile se ha llevado a cabo en coordinación con las Secretarías de Estado y servicios públicos competentes, precisamente, en reuniones del Comité [interministerial]”.
- Sus declaraciones corresponden a una nota de respuesta por una solicitud vía Transparencia, mediante la cual la Subrei denegó el acceso al contenido de las actas sobre el Comité Interministerial de Negociaciones Económicas Internacionales del 22 de abril.
- Las palabras de Ahumada rebaten lo que ha manifestado durante todo este tiempo la Comisión Europea, que hasta ahora ha dado por cerradas las negociaciones comerciales tras la conclusión técnica de octubre de 2021.
- Ex-Ante consultó a la Delegación de la UE en Chile, a cargo del embajador León de la Torre, si acaso lo que existe son de hecho “negociaciones comerciales”. La respuesta de la Embajada de la UE: “Las reuniones que se están llevando a cabo, en el marco de la modernización del Acuerdo de Asociación Chile-UE, tienen como finalidad transitar desde el acuerdo técnico alcanzado en octubre del 2021 a un cierre político, preferentemente durante este año, dialogando sobre las materias necesarias para ello”.
- Funcionarios de la Unión Europea están sorprendidos por el uso de ese lenguaje por parte de Ahumada. “Esto no es una ronda de negociaciones, sino una serie de discusiones técnicas entre expertos para clarificar posiciones y hacer progresos en un número limitado de asuntos pendientes”, comentaron a este medio altas fuentes en Bruselas.
- Ex-Ante buscó clarificar las palabras de Ahumada y se le preguntó a su repartición por qué habla de “negociaciones comerciales”. La respuesta de la Subrei: “Para no entorpecer el diálogo vigente de nuestro país con la Unión Europea por el acuerdo de modernización que queremos suscribir, esta Subsecretaría no se referirá a detalles de la misma”.
- Tanto autoridades chilenas como europeas han planteado fines de este año como el plazo para anunciar el cierre político definitivo del acuerdo de modernización.
Urrejola. La idea de reabrir las negociaciones comerciales va en contra de lo solicitado por el jefe de Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell. Cuando a fines de abril estuvo de visita en Chile y se juntó con el Presidente Gabriel Boric, Borrell fue taxativo: “Comprendo que el nuevo Gobierno necesite tiempo para estudiar bien cuál es el acuerdo al que llegó el anterior Gobierno. Espero que su reconsideración no signifique reabrir las negociaciones, sino entender mejor cuáles son los términos del acuerdo”.
- La canciller Antonia Urrejola en ocasiones ha hablado derechamente de negociaciones con la Unión Europea, pero luego ha corregido las palabras. Por ejemplo, ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, el 12 de abril, la ministra comentó que en octubre de 2021 “lo que se cerró fue la parte técnica. No hay ninguna carta formal, nada. Y cuando el subrei [Ahumada] dice que hay algunas observaciones es porque se cerró la parte técnica, pero ni siquiera hay cartas formales todavía de ese cierre, lo que no quiere decir, y en esto quiero ser [decir algo] bien importante, que nosotros no vamos a avanzar en el acuerdo con la Unión Europea”.
- El 12 de agosto, en entrevista con Diario Financiero, la canciller mencionó primero que “no se cerraron las negociaciones” en octubre de 2021, para luego plantear que “se conversó con la Comisión Europea para establecer un cronograma de trabajo entre los equipos negociadores, que son los mismos que había en el gobierno anterior, para revisar algunos puntos, pero no hemos abierto la negociación”.
- El 20 de septiembre volvió a manifestar el interés de Chile por cerrar el acuerdo a fin de año, luego de participar en una reunión entre el Presidente Boric y la presidenta de la Unión Europea, Ursula von der Leyen.
La mirada de Ahumada. El 12 de abril Ahumada acompañó a la ministra Urrejola al Senado. Luego de que ella confirmara que a juicio de Chile no hubo un cierre técnico en 2021, el subsecretario reveló que “se cerraron las negociaciones en octubre del 2021, y dos días antes de que asumiera este nuevo gobierno, por una carta verbal, se dieron por cerradas las negociaciones. Estamos en el período actual analizando la propuesta de la UE en materia del Acuerdo de Modernización”.
- “Sí fue llamado un cierre técnico”, continuó, “pero la negociación está y todavía podemos hacer cambios, modificaciones que nosotros podemos sugerir respecto al contenido del texto. Eso es precisamente lo que estamos haciendo ahora”.
- El 11 de julio, en respuesta a una consulta de Ex-Ante, la Subrei fue más lejos al calificar el “cierre técnico” de octubre de 2021 como un “acto comunicacional”, sin validez jurídica alguna.
- En octubre del año pasado la Subrei era dirigida por Rodrigo Yáñez, durante el gobierno de Sebastián Piñera.
Lo pendiente. Si no hubiese sido por Francia, las negociaciones “técnicas” concluidas en octubre de 2021 también hubiesen significado el cierre político de las tratativas. Ocurrió que en ese entonces Emmanuel Macron iba rumbo a la campaña de reelección presidencial, y cualquier “ruido” sobre aperturas comerciales podía perjudicarlo ante el conservador electorado agrícola. Por eso los representantes de París en la Comisión Europea impidieron la unanimidad para sellar la modernización con Chile. Ya reelecto Macron en abril de 2022 se acabó el veto, pero para entonces Ahumada había llegado a la Subrei con la idea de “revisar” lo acordado.
- Los dos temas de fondo que la actual Subrei de Ahumada ha levantado son el export pricing y las transferencias tecnológicas.
- Export pricing: tecnicismo que alude a “precios de exportación”. Está contenido en un párrafo que dice, en resumen, que en bienes energéticos o materias primas ninguna de las partes impondrá precios de exportaciones más altos a la otra parte que aquellos destinados al mercado doméstico, por medio de ninguna medida como licencias o requisitos de precio mínimos. Se trata de la misma disposición negociada por Bruselas en la modernización del acuerdo con Nueva Zelandia, e introducida por ejemplo en las tratativas con Estados Unidos para un TLC bilateral (TTIP). Para la Subrei, esa disposición dificultaría el desarrollo de una política industrial sobre el litio, dado que no podría haber preferencias de precios para levantar tecnología a base de ese metal en Chile versus lo que exija la Unión Europea.
- Transferencias tecnológicas: apunta a la incapacidad de un Estado para exigir que parte de las tecnologías desarrolladas por un inversionista extranjero deban “quedarse” en el país de destino, de modo que puedan generarse nuevas cadenas de valor. Los promotores de la nueva política industrial, como Ahumada, argumentan que ese tipo de disposiciones han impedido que los países en desarrollo puedan valerse de nuevas fuentes de innovación que les permitan cerrar brechas con las economías más avanzadas. Este tipo de disposiciones, no obstante, son ampliamente utilizadas en los capítulos de inversión ya negociados por Chile y no son específicas del pacto con la UE. Con todo, en las negociaciones del año pasado la Subrei de entonces destacó precisamente que se mejoran las condiciones para “la difusión en nuestro país de desarrollos tecnológicos extranjeros. Eso permitirá generar condiciones que faciliten la transferencia de tecnología y entreguen certeza jurídica a los innovadores nacionales cuando busquen protección en el mercado europeo”.
- La manera en que Chile ha planteado que sí existe un espacio de negociación es que Bruselas también hizo cambios al acuerdo al proponer el llamado “split” o tripartición del acuerdo de modernización: los capítulos comercial y de cooperación solo requieren la aprobación del Parlamento Europeo, mientras que el capítulo de inversión necesita la venia legislativa de cada uno de los 27 miembros.
- Los cambios en varios de esos países, como Italia tras la llegada de una nueva coalición de derechas, y las modificaciones a la propia Comisión Europea y el Parlamento Europeo en el proceso electoral del próximo año, añaden incertidumbre al derrotero del pacto de modernización con Chile mientras más tiempo transcurra.
Los beneficios. Según información de la misma Subrei, la modernización del acuerdo con la UE “expandirá el porcentaje de productos cubiertos por alguna rebaja arancelaria por parte de la Unión Europea, desde un 94,7% a un 99,6% de las líneas arancelarias, que representan casi el total de las exportaciones chilenas a la Unión Europea”.
- También obliga a las partes a adoptar las disposición del Acuerdo de París contra el Cambio Climático, a impedir que el comercio se sostenga sobre la vulneración de los derechos laborales, y promueve la perspectiva de género en las relaciones bilaterales.
- En materia de inversiones, se reemplazan todos los acuerdos bilaterales sobre la materia por un nuevo criterio: cuando existan controversias entre un inversionista extranjero y el Estado, el laudo será resuelto por una nueva corte de inversiones de carácter permanente. Ese objetivo ha sido precisamente buscado por personeros como Ahumada: está en el centro del debate por el TPP11, cuyas side letters giran en torno a la solicitud de Chile por quedar excluido del capítulo 9, sección B, sobre disputas inversionista-Estado.
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