A solo una semana de las elecciones estadounidenses, la jueza católica Amy Coney Barrett se convirtió en la nueva integrante de la Corte Suprema de ese país. La confirmación del Senado es controvertida pues el máximo tribunal estadounidense quedará con mayoría conservadora. Esta es otra de las batallas que han tensionado la carrera presidencial por la Casa Blanca.
¿Qué pasó?: El 26 de septiembre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, nominó a la jueza ultraconservadora Amy Coney Barrett para cubrir la vacante que quedó en la Corte Suprema tras la muerte de Ruth Bader Ginsburg, ícono feminista y progresista.
- La decisión –que fue confirmada por el Senado este lunes 26 de octubre– es controvertida pues los opositores al mandatario afirman que una decisión tan importante como esta debió ser tomada por el presidente que salga electo en las elecciones del 3 de noviembre.
- A pesar de la resistencia del partido demócrata, los republicanos –que tienen mayoría en el Senado– aceleraron los trámites para que la Cámara Alta confirmara a Amy Coney Barrett.
¿Por qué importa?: Su designación es tan importante porque los jueces de la Corte Suprema de Estados Unidos ostentan el cargo de manera vitalicia. Por lo tanto, cualquier nominación tiene efectos duraderos. Antes de la muerte de Ruth Bader Ginsburg, la corte tenía 5 miembros de orientación conservadora y 4 considerados liberales.
- Ahora, con la confirmación de Amy Coney Barrett, los conservadores pasarán a tener mayoría (6 a 3) en la más alta instancia judicial del país, que toma decisiones cruciales (y polémicas) para la sociedad estadounidense, como el aborto, el matrimonio gay o las armas.
- En conversación con Ex-Ante, el politólogo y académico de Queen Mary University of London, Javier Sajuria, explica que Trump ha elegido a 3 de los 9 miembros de la Corte, nominando a personas de tendencias más ideológicas y conservadoras de lo que había antes. Y esto, inevitablemente, será otra de las herencias de Trump, que podría tardar años en revertirse.
- El mandatario estadounidense está cumpliendo una de las promesas de su campaña en 2016, cuando dijo que quería una Corte con jueces que estén en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo, a favor de la libertad de poseer armas y con una postura dura frente a las deportaciones de inmigrantes indocumentados, entre otras cosas.
- Sajuria, además, explica que Trump quiere asegurarse de dejar una Corte Suprema con mayoría conservadora en caso de que sea derrotado por Biden. “La Corte Suprema es muy importante y definiría, por ejemplo, asuntos no resueltos de una elección presidencial. Fue lo que pasó con Al Gore en el 2000”, dice
¿Quién es Amy Coney Barrett?
- De 48 años, Amy Coney Barrett es una devota católica y de valores conservadores.
- Nació en Nueva Orleans, Luisiana, y es la mayor de 7 hermanos. Recibió una educación católica en la escuela primaria St. Catherine of Siena y en la escuela secundaria St. Mary’s Dominican.
- Asistió a la Facultad de Derecho de Notre Dame, una de las escuelas de derecho católicas más antiguas de Estados Unidos. Allí fue luego profesora durante 15 años.
- Tiene siete hijos, de los cuales dos son adoptados y nacieron en Haití. Su hijo menor, Benjamin, tiene síndrome de Down.
- Su mentor es el difunto juez Antonin Scalia, quien se describió a sí mismo como un “originalista”, es decir, que interpreta las leyes y la Constitución basándose en lo que se entendió que significaban cuando fueron escritas, en lugar de interpretar o hacer política desde el tribunal.
- En 2017 asumió como jueza de la Corte de Apelaciones del Séptimo Circuito de EE. UU., tras ser nominada por Trump. En este cargo, votó a favor de las políticas de inmigración de Trump y se manifestó a favor del derecho de los estadounidenses a tener y portar armas.
- Muchos temen que sus posturas ideológicas representen un retroceso para la agenda liberal estadounidense. Uno de los temas más controvertidos es el aborto, del cual Barrett se ha manifestado públicamente en contra, señalando que la “vida comienza desde la concepción”. Analistas han asegurado que si la jueza llega a la Corte Suprema podría derogarse el fallo “Roe contra Wade”, que en 1973 reconoció el derecho de la mujer al aborto. Trump ha prometido que este derecho será revertido bajo su mandato. “Eso va a suceder de forma automática porque estoy poniendo jueces pro-vida en la cancha”, dijo en 2016.
- Durante las audiencias de confirmación en el Senado, Barrett dijo en repetidas ocasiones que no tenía “una agenda política” y que nunca hizo un trato con Trump antes de su nominación. “Un juez no debería imponer sus convicciones personales a la ley”, dijo.
- Además, afirmó que no estaba ahí con la misión de “destruir” la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (o “Obamacare”), como han dicho algunos líderes demócratas.
- Sobre la justicia racial en Estado Unidos, la jueza señaló que el racismo “persiste en nuestro país”. Asimismo, dijo que la muerte del afroamericano George Floyd en manos de la policía tocó personalmente a su familia, dado que tiene dos hijos negros.
¿Qué planean hacer los demócratas?: Las posibilidades de que Amy Coney Barret fuera confirmada eran altas pues el partido Republicano tiene mayoría en el Senado.
- Por eso, el partido Demócrata impulsó un plan B: agregar escaños a la Corte Suprema con el fin de nombrar a jueces progresistas y que, así, el máximo tribunal mantenga su equilibrio. Sin embargo, el candidato demócrata, Joe Biden, ha dicho que no es un “fanático” de esta propuesta. De todas maneras, esta idea solo se podría ejecutar si en las elecciones ganan mayoría en la Cámara Alta.