-¿Cuán estrecho/holgado será el resultado del plebiscito y cuáles serán, a su juicio, los factores que determinarán la elección?
-No me atrevo a dar un resultado estrecho u holgado, porque además creo que no solamente depende del porcentaje en el que termine la elección, sino también cómo se distribuye entre las regiones, tramos etarios. No creo que sea tan fácil caracterizarlo entre estrecho y holgado sino la diferencia entre jóvenes y mayores. Para mí es incertidumbre. Creo que está totalmente abierto.
Lo que yo veo es que hoy el factor fundamental es la juventud. Si la juventud quiere, gana el Apruebo y Chile puede cambiar. Es muy natural que así sea. Hemos sido nosotros quienes nos hemos movilizado en distintos momentos: por la educación, demandas de las mujeres, el medio ambiente, por la democracia, etc. Por tanto la necesidad de una nueva Constitución y de un nuevo marco de convivencia social ha estado en cada una de esas demandas. Es lo más natural del mundo que la juventud esté por el Apruebo y por los cambios.
-¿Cuáles han sido las fortalezas y debilidades de la campaña del Apruebo?
-Yo diría que la principal fortaleza es la transversalidad y la masividad. La campaña del Apruebo pone en común a muchos arcos diversos, por ejemplo, hay personas que se sienten ligadas a las demandas sociales y otras ligadas a la política propiamente tal; personas de todas las edades, desde los “kpopers por el Apruebo” hasta los adultos mayores que quieren una pensión digna. Es mucha su transversalidad. También en términos políticos, yo jamás pensé que iba a estar en una campaña con Sergio Bitar (exministro en los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet). El Apruebo se ha congregado en más de 20 actos masivos, con miles de personas mostrando su apoyo. Eso expresa la forma en la que la nueva Constitución abre caminos y ofrece esperanzas. Diferente al Rechazo que es una campaña lúgubre con muy poca masividad.
¿Y las debilidades?
En cuanto a las debilidades, creo que ha sido difícil, sobre todo para los sectores de centroizquierda, ser claros en que los partidos están por el Apruebo, entonces se ha desdibujado un poco esa frontera. Eso uno lo puede ver como una debilidad, pero también como un contrabando del Rechazo: han engañado un poco a la gente metiendo figuras de la centroizquierda en su franja, paneles de televisión, etc.
-El Presidente Boric ha planteado que si triunfa el Rechazo se debe continuar adelante con el proceso constitucional, a partir de un acuerdo político en el Congreso para establecer una nueva Convención, lo que supone una participación acotada del mundo independiente y más fuerte de los partidos políticos. ¿Está Convergencia Social por un acuerdo político con la derecha para avanzar en esa dirección? ¿Cuáles son las líneas rojas del partido?
-Creo que eso se debe conversar en el caso que gane el Rechazo. A nosotros la diversidad que pueda integrar un nuevo órgano constituyente no es algo que nos asuste, sino que fortalece la democracia. Hay que ver cuáles son los términos, hay cosas que nos dan aprendizajes del proceso anterior, pero hoy no estamos por cerrar una fórmula, porque creemos que se debe conversar más adelante. Por cierto: no estamos en la disposición que conocemos de la derecha de bloquear ese camino a los independientes ni mucho menos. Esa no es la salida.
¿Y las líneas rojas de ustedes?
Sobre la línea roja, nosotros no tenemos mucho la visión de que esto se vincule a través de un acuerdo de los partidos. El mandato del pueblo de Chile ya tiene contornos bien claros; nueva Constitución, no reformas constitucionales; personas electas 100% para escribir esa Constitución, por eso rechazamos la Convención Mixta; paridad, que es algo que lamento muchísimo que la derecha esté poniendo en cuestión porque es un piso mínimo para nuestra participación en la democracia.
-¿Cuánto depende del resultado de la elección el programa de reformas del gobierno?
-El programa de gobierno tiene la principal tarea de ser posible de realizar. Un programa se evalúa si es que se cumple o no, no si es que estuvo escrito de la forma en la que a mí más me gustaría. El gobierno y todas las fuerzas de cambio tenemos la misión de hacer viable el programa. Nosotros, como fuerza de gobierno, entendemos que tenemos un Congreso con una composición fragmentada que requiere que la conversación para que nuestro programa se realice sea más compleja de lo que hubiéramos querido. Lo entendemos con o sin nueva Constitución.
Creemos que la nueva Constitución es importante para darle impulso al programa, pero no creemos que sea una condición indispensable para realizar nuestro programa. Por ejemplo, la reforma tributaria y de pensiones se van a tramitar con la Constitución vigente. Por cierto que la nueva propuesta sería un golpe de ánimo, de fuerza para nuestras posiciones, pero continuar con la antigua Constitución no significa una renuncia al programa, sino que este sigue siendo viable, de hecho se escribió en ese entendido.
-¿Cuánto depende del resultado de la elección la profundidad de un posible cambio de gabinete?
-Lo más importante del gabinete es que sea el mejor equipo para Chile. No hay que simplificar la discusión del gabinete en equilibrios políticos como si fueran equilibrios partidarios. Por ejemplo, hoy el gabinete tiene varios ministros independientes y nadie piensa que ahí hay un desequilibrio. Yo no lo veo como una discusión tan matemática. Por cierto que todos los partidos pueden tener interés en tener una mejor posición y eso es legítimo. Espero que eso se plantee políticamente y en espacios pertinentes. Nosotros entendemos que habrá un cambio de gabinete, no es ninguna sorpresa. Pase lo que pase el 4 de septiembre comienza un nuevo momento político. Lo considero natural. Ya ocurrió un primer momento de aprendizaje, de ver cómo resulta el conjunto. Habrá que ver cómo se procede. A mí me gustaría que la base política del gobierno se amplíe en cualquiera de los dos casos: gane el Apruebo o el Rechazo. En el caso de ganar el Apruebo deberá tener el liderazgo para echar a andar la nueva Constitución, lo que es un proceso inmenso en donde no caben las pequeñeces políticas.
-Desde el Socialismo Democrático han planteado su interés por estar representados en el comité político de ministros. ¿Es partidaria de un giro de gobierno, robusteciendo la presencia del mundo socialdemócrata?
-No me puedo hacer cargo de los dichos de Socialismo Democrático. Creo que no todo se mide en cuáles son los ministerios que integran el comité político. Nosotros evaluamos muy bien al comité hasta ahora en términos de que ha sido un equipo ágil que ha dado conducción al gobierno. Soy partidaria de que en cualquier caso, el 5 de septiembre el gobierno siga robusteciendo su gabinete y eso es un fortalecimiento político de algunas figuras que quizás haya que pensar en otras, significa fortalecer el diálogo con el mundo social, con las organizaciones sociales. En el caso de ampliar la base política del gobierno yo me refiero no solamente hacia el centro, sino también general. También existe hacia donde crecer en algunas colectividades que se han articulado en torno al proceso constituyente, algunos movimientos sociales.
-¿A qué movimientos sociales te refieres específicamente?
-No me quiero meter en tanto detalle porque es una evaluación que tiene que hacer el Presidente. Nuestra voluntad es que pueda existir un robustecimiento del gabinete.
-¿Cuánto depende del resultado de la elección los equilibrios de las dos coaliciones de gobierno?
–Creo que hay varias evaluaciones que hacer, que se harán cuando exista un resultado del plebiscito. Cada uno debe sacar sus aprendizajes, reflexiones sobre cómo se dio esta campaña y cómo colaboró. Mi opinión es que en la campaña hemos trabajado bien, poniendo lo mejor de ambos mundos.
-Francisco Vidal dijo que si gana el Rechazo el principal derrotado será Apruebo Dignidad. ¿Coincides con esa declaración?
–No coincido en lo absoluto. El Apruebo tiene dos grandes características, que es transversal y masivo. No creo que haya grandes responsables de una posible pérdida en el plebiscito. Por el contrario, yo creo que Apruebo Dignidad ha defendido en términos muy nítidos la nueva Constitución y ha convocado a los otros partidos a defenderla en absoluta unidad. Disto mucho de esa opinión.
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