Las sociedades anónimas encargadas de solventar la administración de los clubes deportivos en situación (o riesgo) de quiebra —instaladas hace 17 años, una vez promulgada la Ley SADP— han tenido de dulces y agraz. ¿Cómo están las finanzas de los clubes más populares del país? ¿Qué hay detrás del “fantasma” de la deuda histórica?
Panorama general. La promulgación de la Ley SADP 20.019, de regulación de las sociedades anónimas deportivas, marcó el inicio para que privados gestionaran, vía concesiones, las arcas y determinaciones de un club deportivo.
- Se instalaron como solución de las instituciones con alto riesgo —o en declarada situación de bancarrota—, lo que alarmó a gran parte del fútbol chileno durante la década pasada. La intervención comenzó en junio de 2005, cuando un Colo Colo en quiebra pasó a estar controlado por Blanco y Negro S. A.
- Posteriormente, y solo considerando los siete equipos de fútbol de mayor popularidad según los últimos sondeos Adimark (2009, 2013 y entre 2016 y 2019), la administración vía SADP se replicó con Cobreloa y Everton (en 2006); Universidad de Chile, administrado por Azul Azul (en 2007); Santiago Wanderers y Unión Española (en 2008); y Universidad Católica, bajo el control de Cruzados SADP (a partir del 2009).
- En el fútbol profesional solo quedan cuatro instituciones deportivas que no han cambiado su estructura societaria a una del tipo SADP: Cobresal, Curicó Unido, Universidad de Concepción y Deportes Puerto Montt corresponden a corporaciones con Fondos de Deporte Profesional (posibilidad que otorgó la Ley para aquellas entidades deportivas sin fines de lucro que no quisieron transformarse en S.A.).
- Los cuatro tienen, en sus resultados consolidados de los últimos 10 años, ganancias.
(Fuente: datos recopilados, aproximados con actualización por IPC anual correspondiente al año en que los clubes cambiaron su estructura societaria al tipo SADP).
Qué observar. Los valores de oferta pública de estas concesionarias —abiertas a la bolsa— están publicados en la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), organismo estatal dedicado a supervisar las entidades que integran el mercado. Las cifras económicas de los clubes de mayor arrastre, según sus ganancias (pérdidas) por ejercicio, hasta fines de 2021, no fueron alentadoras.
La suma de las pérdidas actualizadas de Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica en los últimos 10 años ($33.725 millones), equivale a casi la recaudación de la última Teletón: $35.248 millones.
- Colo Colo, en 17 años de concesión de Blanco y Negro, acumuló pérdidas netas por $2.922 millones (equivalentes a US$ 3,4 millones). Los cálculos se realizaron actualizando pesos y dólares a cifras de 2021, para ajustar por inflación.
- La “U”, administrada por Azul Azul luego de la quiebra de la Corporación de Fútbol de la Universidad de Chile (Corfuch), registró también pérdidas netas. En su caso, el balance acumulado es por –$18.511 millones (-US$ 21,7 millones) en 15 años.
- En contraste, Universidad Católica se abrió a la bolsa posterior concesión de Cruzados SADP, en 2009, sin lidiar con la quiebra. Y en 13 años de administración cifró ganancias netas por $3.034 millones (unos US$ 3,5 millones).
(Fuente: estados financieros reportados a la CMF, aproximados con actualización por IPC anual a 2021 | Las barras reflejan el neto).
Por qué importa. Los montos de pérdidas anuales, sumado a los ingresos y costos por club, proyectan una crisis que podría desencadenar peores registros.
- Así al menos lo advierte el profesor de la Universidad de Valparaíso Alejandro Torres Mussatto en el estudio “Radiografía a la situación financiera de los clubes del fútbol profesional en Chile”, con predicciones de eventual bancarrota a través del modelo de Altman, fórmula que procura predecir la probabilidad de quiebra de empresas según su estructura económica.
- Alejandro Torres sostiene que ninguna de las empresas en Chile exhibe “un nivel de destrucción de valor como Blanco y Negro, Azul Azul y Cruzados” por el nivel de pérdidas en contraste con sus ganancias, como sociedades concesionarias.
- Sin embargo, el riesgo de quiebra se desancla de los principios financieros, según explica el académico, debido a los ingresos constantes que genera el negocio: contratos con los canales del fútbol, publicidad y merchandising, soportes estatales (por medio de la Federación del Fútbol), además de los abonos y el ingreso sostenido por los hinchas en cada evento.
Numerosos problemas. En conversación con Ex-Ante, Alejandro Torres, doctorando en economía y empresas de la Universidad Autónoma de Madrid, profundiza en los estados financieros del fútbol profesional chileno; sus gestiones; y la fiscalización de impuestos, a raíz de la condonación histórica de la millonaria deuda de lo clubes con el Fisco, la que lo llevó a solicitar los detalles del convenio ante la justicia.
Con la instalación de las SADP, “el fútbol sí es más transparente, pero la gestión no ha mejorado”
- ¿Qué tan endeudado está el fútbol? “Se produce una situación especial. Cuando uno analiza los índices de endeudamiento, los clubes no están tan endeudados, lo que sí tienen son pérdidas acumuladas. No están endeudados porque el mercado de capitales no les presta plata”.
- ¿Cómo consolidar mejores gestiones? “Se debe profesionalizar la actividad […] hay que empezar a hablar de conceptos económicos como el marketing, planificación estratégica y control de gestión. Tienen que estar incorporados, ser guiados por profesionales […]. Destinar buena parte de la inversión y diversificar los ingresos. Las empresas no crecen si no invierten”.
- Torres enfatiza en un trabajo dirigido al fútbol formativo, profesionalizar otras ramas como la femenina, además de la separación entre competición y federación de fútbol. Pese a copiar el modelo, “en España, en los últimos 10 años, según cifras del gobierno español, los clubes en la sumatoria tienen utilidades […] la industria no tiene por qué ser deficitaria per se”, responde.
- Y agrega que, con todos los antecedentes, la intervención es una opción: “Sería un buen input para la legislación que se está pensando en el sentido de cambiar cómo está concebida la Ley de Sociedades Anónimas […] El fútbol sí es más transparente, pero la gestión no ha mejorado”.
Mire a continuación el estudio “Radiografía a la situación financiera de los clubes del fútbol profesional en Chile”:
El “fantasma” de la deuda histórica que puso en jaque al modelo
Transparencia. En 2021, Torres solicitó —con recurso de Amparo ante el Consejo para la Transparencia— a Tesorería General de la República y al Servicio de Impuestos Internos (SII) el global de los montos condonados a Blanco y Negro (2005) y a Azul Azul (2007), para conocer el recorrido de los montos originales de deuda, y con los reajustes, además de los intereses penales, luego de suscribir dicho convenio.
- El mismo académico hace hincapié en que “el tratamiento privilegiado, frente a cualquier otro contribuyente, que recibieron las organizaciones de fútbol profesional, transcurrida más de la mitad del plazo de 30 años otorgado por el legislador, justifica la preocupación por el interés público involucrado, atendida la cantidad de la cifra adeudada”.
- Tanto Tesorería, como Blanco y Negro y Azul Azul negaron el acceso a la información, iniciando un juicio contencioso administrativo con un reclamo de “ilegalidad” (y que “dañaba la honra” de los contribuyentes acudidos) ante la Corte de Apelaciones de Santiago.
“Si los servicios públicos involucrados no pueden explicar por qué se generaron estos “perdonazos” estamos ante una situación delicada”
- Desde el Consejo para la Transparencia, se han pronunciado con una mirada crítica al respecto. Francisco Leturia —presidente del organismo que busca visibilizar casos como estos, con el fin de posibilitar un mejor control— señaló a Ex-Ante que “al hablar de acuerdos millonarios con el Fisco, resulta sumamente importante transparentar […] Y si esto no pasó, es decir, si los servicios públicos involucrados no pueden explicar por qué se generaron estos “perdonazos”, estamos ante una situación delicada”.
- El Consejo, pese a explicar que detrás de las concesiones existen privados que no tienen la obligación de rendir cuentas públicamente, advierte que “si se negoció una condonación, igualmente [existe] derecho a saber qué perjuicio podría haber generado eso a las arcas fiscales […] No se puede equiparar el fútbol a cualquier otro negocio […] es una actividad que forma parte de la identidad de muchas chilenas y chilenos”, enfatiza también Leturia.
Fallo esperado. Fuentes que litigan en la causa señalan que, tanto desde Tesorería como Blanco y Negro y Azul Azul, esperan que la justicia falle sobre el caso para poder proceder con la entrega de los datos solicitados: Tesorería General de la República “no responderá mientras eso no se defina”.
- Los mismos participantes explican además que “el Consejo [para la Transparencia] avalaba que el argumento de eventual daño económico era causal para no entregar información, pero eso cambió” y que “si el diferendo es que Tesorería no puede informar por secreto tributario, debe haber un fallo judicial que se imponga”.
- Sobre eventuales “perdonazos”, argumentan basándose en lo establecido según la Ley: “Tesorería puede aplicar rebaja de multas e intereses a cualquier contribuyente, lo que también aplica a empresas, con el fin de recuperar recursos del Fisco”.
- Por último, las fuentes enfatizan en que las cuotas de pago por deudas acordadas, tanto en Colo Colo como en Universidad de Chile, se han cumplido al menos hasta abril de 2022.
- Desde el SII, organismo a cargo del control tributario, no se han pronunciado. Mientras tanto, los grandes logros del fútbol chileno siguen siendo recuerdos, y sus pérdidas: la circunstancia.
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