En cines, ojo con esta propuesta única, que tiene de cabeza a la crítica:
Esta indescriptible y muy sorprendente película mezcla el drama familiar, la comedia física y el humor surreal, con lo fantástico y lo onírico.
Todo para introducirnos, de una originalísima manera, en la agobiante vida de una mujer de mediana edad sobrepasada por sus circunstancias cotidianas.
Porque al fin de cuentas, la vida es tan prosaica como caótica y las pequeñas o grandes decisiones que solemos tomar en el pasado nos zarandean el presente y el futuro, nos cuestionan y nos hacen dudar.
Evelyn Wang (la gran Michelle Yeoh), inmigrante china en EE.UU., maneja una lavandería, que está no más abriendo la puerta del living comedor de su casa. Allí, en ese desangelado estar, en un escritorio tan desbordado como su vida, no cabe un papel más. Evelyn ha llegado a ese instante vital en que uno se pregunta algo así como ¿qué he hecho yo para merecer esto?
Sí, cuenta con su marido, pero en su estado semi alterado solo alcanza a percibir que sobre ella recae, finalmente, todo: atender a su anciano y exigente padre y soportar a su hija adolescente; también lidiar con los clientes y empleados y peor ¡con Tesorería! (o Impuestos Internos).
En esas oficinas del Estado, frente a la intimídante funcionaria (¡genial Jamie Lee Curtis!), empiezan a manifestarse en Evelyn unos poderes que no conoce ni menos sabe controlar. Algo que se había aparecido a través de los espejos en casa (interesante alegoría).
En este singular multiverso, todo y todos se transforman, y de paso resitúa a nuestra heroína en instantes del pasado enfrentándola a cómo sería su vida si hubiese tomado otras opciones.
Delirante, con escenas muy (muy) “bizarras”, todo es un desborde de acción, peligros, emociones y escenarios impensados.
Todo en Todas Partes al Mismo Tiempo: nunca un título había sido tan exacto y elocuente.
Y sin embargo, es, a fin de cuentas, una historia de amor.
Una película cuyo mayor recurso es la imaginación desbordante.
ADVERTENCIA: No es para todo público. Esta es esa clase de películas que se ama o se odia. Como se han hecho sucesivas premieres, sé de ambas impresiones (yo la amé).
Everything Everywhere All at Once
Este es uno de los más logrados y vibrantes thrillers de espionaje que he visto en mucho tiempo.
Hay secuencias de acción tan bien filmadas: con precisas geniales coreografías, luego armadas en un brillante trabajo de montaje.
La singularidad de Agente 355 es que reúne a un elenco femenino de altísimo nivel, todas ellas actrices con una gran carrera, y sin embargo logran ensamblarse y dar un carácter distintivo a sus personajes.
Todo comienza en una mansión perdida en la selva colombiana. Allí habrá un intercambio que terminará con más cadáveres que Guerra Mundial.
El objeto de deseo: un sofisticado chip (o disco duro) que opera como un arma altamente letal.
Detrás de ella correrán la mafia (de cualquier parte), la CIA, el MI5 y hasta el servicio secreto alemán.
París, Londres, Berlín, Shanghai, entre otros, sirven de escenario para que estas muy entrenadas espías corran, disparen, peleen y se infiltren, elegantes, en sofisticados eventos.
Todo a un ritmo que no da respiro.
El guion tiene todos los giros para pillar de sorpresa al espectador, con el gran mérito que no necesita folleto explicativo. Ello pese a lo intrincado de la trama —cómo es que se reúne el grupo y por qué— y las traiciones que son un ingrediente fundamental en una película de espías.
Lo de 355 alude al nombre clave de una de las primeras mujeres espías.
¡Muy entretenida!
The 355
Si hay una película en la que Robin Williams lució por todo lo alto su inmenso talento es este remake de la comedia francesa de fines de los 70 “La jaula de las locas”.
Hay secuencias inolvidables (Williams enseñando los pasos según los estilos Martha Graham o Twyla Tharp), pero la película entera es una experiencia gozosa.
La adaptación —que traslada la trama central a Miami— consigue que todo fluya, tanto como comedia de enredos como aquella que se prodiga con numerosos momentos altamente hilarantes.
Una pareja de gays que vive en un luminoso departamento en una de las zonas más tradicionales de Miami, maneja un teatro de music hall. Los enredos comienzan cuando el hijo de Armand (R. Williams) anuncia que se casa con la hija de un político ultra conservador. Y el futuro suegro quiere conocer a los padres del novio.
Armand se lleva muy bien con quien alguna vez fue su esposa, solo que ella vive en otra ciudad.
Un clásico contemporáneo.
¡Muy buena!
The Birdcage
Ben (Vigo Mortensen) y Leslie Cash conformaron una pareja antisistema: han criado a sus 6 hijos en una cabaña ubicada en el bosque de un sector montañoso del estado de Washington. Todo perfectamente organizado, como alguna vez lo hiciera Thoreau (solo y por dos años, eso sí), el autor de “Desobediencia civil”.
Esta pequeña tribu celebra el cumpleaños de Noam Chomsky y recitan como mantra “¡el poder al pueblo! ¡Abajo el sistema!”.
Los chicos han sido educados fuera de la civilización que desprecian. Ellos no van a la escuela, pero leen mucho (los libros que Ben determina), se entrenan, se educan.
Este paraíso se triza por algo fuera de su control: Leslie padece un cuadro refractario de depresión severa. Y aunque contra todos sus principios, Ben ha aceptado ingresarla a un hospital siquiátrico, es tarde. Leslie se suicida.
Y allí empieza el viaje de la tribu por “el mundo fascista”, hacia la casa de los suegros, quienes han decidido enterrar a su hija budista, bajo rituales cristianos.
El suegro es un radical de la vereda opuesta (o sea, un capitalista rico ultra conservador) y el choque entre estos dos hombres, que ejercen el patriarcado de muy distintas maneras, es esperable. Se odian, pero aman a Leslie. Sin embargo, ninguno de los dos terminará respetando los últimos deseos que ella ha expresado y planeado.
El viaje enfrentará a los chicos al resto del mundo.
El dato de que en la condición humana esté aquello de que somos gregarios no está en el plan de Ben. Uno de sus hijos lo resiente y le increpa: “¡Soy un raro por tu culpa! ¡Nos hiciste raros! ¡Y mamá lo sabía! ¡Lo entendía! A menos que salga de un maldito libro ¡yo no sé nada de nada!”.
Matt Ross, director y guionista, más conocido como actor (de TV principalmente) acertó en el casting, las atmósferas y el compromiso afectivo que logra instalar en el espectador.
Y sobre todo consigue muy bien que esta ensalada ideológica finalmente exude humanidad, afectos sólidos, emotivos momentos y bastante humor.
Desafiante y entrañable.
Captain Fantastic
Un elenco ¡apabullante! reunió Sally Potter para filmar La Fiesta (The Party , juego de palabras entre fiesta y partido político), una película que en solo una hora y 10 minutos y en un exquisito blanco y negro desgrana una comedia dramática y trágica, según se quiera ver.
Comedia, porque los diálogos y silencios son con estilete, cinismo y también risible ingenuidad.
Drama, porque las verdades feas, ocultas tras situaciones amables y cotidianas, se van destapando y los giros traicioneros no dejan nada en pie tras el frenético tráfico de los personajes que llegan a una sencilla soirée entre amigos, para celebrar un gran logro de la festejada en su casa en Londres.
Ellos conforman un grupo de “malditos intelectuales ingleses”, animales políticos, vanguardistas sociales que han contribuido a que la anfitriona, Janet (la siempre magnética Kristin Scott Thomas) consiga llegar al Ministerio de Salud.
Mientras Janet prepara canapés, su marido, Bill (el gran Timothy Spall), un profesor universitario que se ve un tanto ido, se instala a escuchar los vinilos que pone en el tocadiscos. Los primeros en aparecer son April (Patricia Clarkson) y su marido Gottfried (Bruno Ganz), un matrimonio de esos sobre los que uno se pregunta a qué hora se juntaron.
April es una escéptica de lengua afilada, que está muy consciente que los idealismos dejaron de ser lo suyo, mientras que Gott practica todos los estereotipos occidentales de sabiduría oriental: se sienta en posición de loto, habla de limpieza kármica y cuando todo se ha desbordado y el ambiente está como para cortarlo con cuchillo dice con toda paz: “Esta es una crisis que puede transformar y cambiar las cosas”.
Tras ellos llega un muy nervioso Tom (Cillian Murphy), un hombre joven que explica que su mujer, Marianne, vendrá después. Finalmente se suma otra pareja: Martha (Cherry Jones) y la cándida Jinny (Emily Mortimer), que prometen una noticia.
La velada se desliza entre confesiones, malentendidos, incidentes, algunos aparentemente irrelevantes, y algunos nerviosos chateos por celular.
Potter (Orlando, 1992) tiene su estilo: cuando la historia nos resuena a alguna película de Bergman, o a ¿Quién le teme a Virginia Woolf? , una frase, un acontecimiento, nos devuelve a este universo, que es más político -incluso metafóricamente- que sicológico.
Las composiciones de cuadro son de tal elocuencia que solo se pueden hacer con una cámara y una dirección de fotografía que sabe cómo ensamblar un agudo guión. La opción de planos para distintos momentos de los personajes entrega más información dramática que una línea de diálogo.
El blanco y negro -que solo un buen cineasta sabe aprovechar en todo su esplendor- es aquí una grandiosa opción, que acota y hace foco en las pequeñeces de estos seres importantes y ambiciosos, y elude distracciones.
La Fiesta es ágil, ingeniosa; una delicia de guión, dramaturgia, dirección, fotografía, actuaciones.
The Party
LOS JAIVAS TODOS JUNTOS
(En HBO desde el 28 de junio)
Cuando lo vi, no salía de mi asombro y de los sacudones de emoción que me produjo (“de permanente emoción”, como dice “Mira Niñita”: solo escuchar esos compases me estremeció).
Más allá de ser admiradora del grupo, este documental de extraordinaria factura, repleto de datos relevantes e imágenes significativas, me comprobó aquello que percibí y me llamó tanto la atención cuando los conocí en el Festival de Viña: esa fe y fidelidad bellamente porfiada a un estilo de vida.
Uno que se trenza con su música, sensible a los sonidos latinoamericanos: el sentido de comunidad, una práctica que han llevado a cabo durante ya casi 60 años “todos juntos”. Primero, en el colegio en que se conocieron sus fundadores en la Quinta Región y luego con cada una de sus familias. “Todos juntos”, tras el Golpe del ’73, partieron a Zárate, Argentina, donde fueron recibidos con la misma calidez por gente que ama tanto el arte como ellos; de allí viajaban a Buenos Aires en tren, con sus instrumentos para presentarse en lugares impensados para estos músicos sencillos y llanos.
Y luego zarpando en barco (“hasta con los veladores, las mamaderas…”, como dice uno de ellos) hacia París.
Con esa actitud vital encontraron quien les entregara aquel castillo en que se instalaron y que Juanita Parra recorre recogiendo los más hermosos recuerdos. Y luego su regreso a Chile.
La vida de esta troupe, de esta comunidad multifamiliar, una verdadera aldea, está llena de momentos luminosos, alegres y sí también pérdidas dolorosas. Pero lo que prevalece en ellos y traspasa este grandioso trabajo audiovisual es esa invencible y afectuosa (sí porque es afectuosa) manera de concebir la vida.
El documental es una proeza: el recorrido, el regreso a ciertos lugares, muchas imágenes inéditas. Con una cámara “intrusa”, presenciamos cómo nacieron y cómo han creado sus canciones, su música que es tan integradora como su misma idea de vida.
Entrañable recorrido vital y musical.
Los Jaivas Todos Juntos
DR STRANGE EN EL MULTIVERSO DE LA LOCURA
Como lo dice su título, es un paseo por los distintos universos que los personajes han habitado, vivido ¿y acabado?
Para sumar compeljidad, los sueños suelen ser más que eso, las realidades alternativas son ilimitadas, los portales que se abren dan a cualquier lado (o época) y si ya los conocidos se han paseado por el tiempo y el espacio automultiplicándose, los principales personajes “nuevos” son de otro universo, por supuesto.
De manera que Dr Strange a veces es como “Alicia en el país de las maravillas” (o más bien “Lo que vio detrás del espejo”).
Benedict Cumberbatch no puede sentirse más sólido y cómodo en el personaje y es capaz, más que nada al comienzo, de regalarnos instantes de humor.
En este elenco monumental, el Dr Wong y su escuela/fortaleza de magos-súper héroes acompaña (hasta donde puede) al protagonista.
Pero quien se roba la película es Wanda/Scarlet (Elisabeth Olsen), la potente y gran antagonista. Y una joven a la que ponerle atención: América Chávez (Xochitl Gómez).
El tema de la maternidad es la motivación primera que mueve toda la aparatosa y abigarrada historia.
Las secuencias de acción están extraordinarias y aunque Doctor Strange en el multiverso de la locura casi entera es un CGI (imágenes generadas por computadoras: los actores circulan por una pantalla verde a la que se le agregan las imágenes) hay cuadros fascinantes.
Como aquella lucha en que las bolas de fuego, que son el gran arma de Dr Strange, toman la forma de notas musicales mientras se oyen compases de la Tocata y Fuga, de Bach. O esa larga escalera “volada” hacia el cielo desde el mar, en ninguna parte.
Lo que San Raimi construyó es una película que le debe mucho al género del terror, donde hay cantidades de guiños cinéfilos. Y eso es quizás lo más atractivo y singular de esta nueva entrega en la larga saga.
La película se sostiene en sí misma pero está repleta de referencias a una larga lista no solo de filmes sino que de series relacionadas (WandaVision, What if…?, por mencionar alguna: en Disney+). Y se sitúa tras los hechos acaecidos en Spider-Man: Sin camino a Casa (2021).
Doctor Strange in the Multiverse of Madness
Ver esta publicación en Instagram
Además de la muy esperada segunda parte de Duna, se estrenan dos ¡extraordinarias! películas que van por el Oscar (una de ellas en streaming) más dos joyitas cinematográficas.
No es que sean las únicas, pero elegí aquellas que alguna vez encabezaron mi lista de series favoritas (británicas en su mayoría) de algunas temporadas. A ellas sumé las más recientes y atrapantes y que encabezan esta lista. Bonus Track: un par de películas imprescindibles.
Se estrena en cines este inquietante drama sicológico y social de Todd Haynes, que se inspira en un hecho real, y que de paso se interroga sobre el cine y sus límites éticos. Secretos de un Escándalo enfrenta en un extraordinario duelo actoral a Julianne Moore y Natalie Portman. De bonus track: ¿Dónde ver algunas […]
Quien se declara cinéfilo, sabe que esta plataforma es ineludible. Aquí hay clásicos del cine, así como lo más selecto de los últimos años. Hacer esta lista y reducirla a solo 12 títulos es muy difícil. Pero allá va.
Es asombroso cómo algunos registros que conocimos ya hace años, vuelven una y otra vez a cobrar actualidad. O dicho de otro modo, pareciera que poco y nada hemos avanzado o aprendido.