Nicolás Grau llegó al equipo económico que lidera Mario Marcel en Hacienda y que incluye a la abogada PC Jeanette Jara en Trabajo. El doctor en Economía de la U. de Pennsylvania fue durante buena parte de la campaña una de las voces más escuchadas por Boric. En la segunda vuelta, tras algunas polémicas que protagonizó y la llegada del Consejo Económico Asesor, se replegó. Grau, sin embargo, siguió siendo un consejero de confianza del Presidente electo, con quien es amigo desde que estudiaban en la U. de Chile. De duras críticas al empresariado y la Concertación en los años previos pasó en los últimos meses a enviar señales de tranquilidad a los actores económicos.
El desembarco en la campaña: Pese a que no tuvo un rol formal en la campaña de primarias con Jadue, pocos dudaban en el Frente Amplio que Nicolás Grau tuvo una soterrada influencia en esos días. Hablaban seguido con Boric y lo ayudó a preparar los debates en TV, decisivos para derrotar al alcalde PC. Sus aportes a los equipos programáticos a medida que pasaban los días y formalizó su ingreso al comando en la primera vuelta, en momentos en que el Presidente electo buscaba sortear el flanco económico y mostrar capacidad de gobierno con cuadros técnicos de nivel.
- Con formación en el extranjero (doctor en Economía de la U. de Pennsylvania), la opinión del también expresidente FECh (38 años) representó un activo para Boric: son amigos desde la militancia de izquierda en la U. de Chile, donde Grau es académico.
- Se le atribuyó influencia en la primera propuesta del Presidente electo: trabajadores integrando el 50% de los directorios de empresas. Su expertise en el tema salarial, para algunos, lo convertían en un candidato para ocupar el Ministerio del Trabajo.
- “Vamos a consultar con Grau y Claudia Sanhueza”, era una frase que se oía en el equipo programático de primera vuelta.
- Ambos economistas fueron piezas centrales en el programa que presentó Beatriz Sánchez en la anterior elección presidencial y, en un momento, aparecían como los profesionales con mayor bagaje académico-político en el equipo de Boric.
- Grau se integró a un grupo de 6 personas que zanjó el programa final del candidato. En el equipo estaban Diego Pardow, Javiera Martínez y, por parte del PC, Fernando Carmona y Javiera Petersen. El economista fue el único que llegó este viernes al gabinete.
Su estilo: Grau se enfrascó durante la campaña en un intercambio epistolar en El Mercurio con René Cortázar, luego de que el ex ministro DC criticara el programa de Boric. Quienes lo conocen explican que posee posturas firmes de las cuales es difícil moverlo, incluso por sus pares de la izquierda; y que gusta confrontar argumentos.
- Cortázar escribió que el programa de Boric “no tiene propuestas para atraer inversiones, y sí presenta un complejo menú para ahuyentarlas”, a partir de la propuesta de jornada laboral de 40 horas, impedir despidos por necesidades de la empresa, e incluir trabajadores en directorios.
- Grau contestó señalando que en su postura había “miedos e imprecisiones”, pues las propuestas del Presidente electo, a su juicio, se habían aplicado en países desarrollados que mantuvieron la inversión.
- Cortázar le replicó que eran medidas de impacto marginal sectorial que no “contrapesarían” la caída en inversión. Y Grau contestó citando un artículo (“El mejor sobre este asunto”, dijo) que indicaría que la paridad en directorios, implementada en Alemania, tendría efectos nulos en la formación de capital.
- En medio, intervino el consultor internacional Sebastián Edwards: respaldó la tesis de Cortázar, y dijo que el paper citado por Grau contemplaba a Alemania como un caso único, que “buscaba lo contrario” a Boric.
- En ocasiones, las diferencias de Grau también han sido con economistas de su sector: en la izquierda recuerdan que ha sido duro opositor a los retiros de las AFP, y que por más intentos, no han logrado moverlo de esa posición.
El tránsito en su discurso: De familia de izquierda -es hijo de la ex ministra de la Concertación Paulina Veloso (PS) y su padre fue del Mapu-, a lo largo de su trayectoria ha tenido un discurso cuestionador del conglomerado en que su madre fue secretaria de Estado, y duras críticas al empresariado chileno, aunque durante la campaña envió mensajes más conciliadores.
- Vivió su adolescencia en La Florida, donde estudió en el Colegio Raimapu, para “hijos de padres de izquierda que no querían que estuvieran en colegios cercanos a la dictadura”, ha comentado.
- De la Concertación ha dicho que tuvieron “éxito parcial”, pero “a costa de una destrucción de la naturaleza” y mantener “inalterable la desigualdad”.
- De los empresarios ha afirmado que las advertencias de un posible traslado de inversiones ante alzas impositivas “limitan la democracia”. Aquella tesis la profundizó a días del 18-O, en una columna en El Mostrador titulada “Bosquejo de un nuevo contrato social”, en la que dividió a la sociedad en 4 clases.
- Habló del grupo “elite económica” como un “poder político fáctico inmune a las instituciones democráticas representativas, que se pone en cuestión sólo en estallidos y protestas sociales”, que intenta que el sistema democrático “juegue a su favor” con “influenciar las elecciones con financiamiento ilegal de campañas” o advirtiendo que retirarán sus inversiones para moderar a gobiernos progresistas.
- A ese sector -agregó- se le debían subir impuestos y reducir utilidades.
- También se refirió a un “grupo de autonomía económica (5% y 10% de la población)”, al cual, a su juicio, se le deben elevar tributos e integrar al mismo sistema de salud que otros 2 grupos: los marginados (para los que se deberían brindar derechos sociales sin restricciones) y la clase media vulnerable (a los que se deben aumentar salarios).
- Pero en junio, en una entrevista en La Tercera, llamó a los empresarios a que no tuvieran temor del programa del FA, porque, según dijo, se parecería a países socialdemócratas.
- “Me encantaría que hubiese una parte del mundo empresarial que nuestro discurso no le diera miedo”, afirmó, pidiéndoles a adaptarse a los cambios. “Dejen de ver esto a la defensiva, ese Chile se acabó. Tienen que ‘pegarse el alcachofazo’ que es otro país. Tiene que ser distinto: con buenos salarios, democracia en empresas”, dijo.
- Se mostró disponible a transformaciones graduales y, pese a la “radicalidad” en los cambios demandados por parte de la izquierda, planteó que los avances debían ser serios y no como Venezuela o Argentina.
- Pero, en paralelo, cuestionó al Banco Central, aunque no abordó la posibilidad de modificar su autonomía. “En la independencia del BC hay un poquito de trampa a veces, porque se utiliza para imponer agendas de un sector. Se le ha pasado la mano”, indicó.
Su repliegue en la campaña tras controversias: Sobre la fase final de la primera vuelta, y la entrada de la segunda vuelta, Grau dejó de efectuar vocerías, aunque nunca perdió influencia interna en los equipos (era él quien dialogaba con Boric los nudos que surgían en los equipos programáticos). Ello surgió tras algunas controversias que enfrentó, y que generaron dudas con su nombre entre agentes económicos.