Jorge Correa Sutil y el proyecto para liberar a los “presos de la revuelta”: “El indulto aumentaría la violencia”

Jorge Correa Sutil (DC) fue subsecretario del Interior del gobierno de Ricardo Lagos entre 2001 y 2006. También fue secretario de la Comisión Rettig (1990-1991). En esta entrevista critica el proyecto de indulto, creado por Yasna Provoste, Juan Ignacio Latorre y Adriana Muñoz, para los detenidos en el contexto del estallido de octubre de 2019. Además, aplaude la labor de Carabineros en las protestas por el segundo aniversario del 18 de octubre.

-La alcaldesa de Peñalolén Carolina Leitao (DC) dijo a Emol TV que el proyecto de indulto no contribuye a terminar con la violencia.

-Los indultos, en este caso una amnistía, porque las personas no están condenadas, se justifican cuando son capaces de pacificar un brote de violencia que está terminando o terminado.

-¿Aquí no se da esa situación?

-No. Típicamente se ha usado en los conflictos de Colombia, Irlanda y otros. En este caso nada permite asegurar que el indulto o la amnistía pueden contribuir a aquello y más bien los antecedentes me inclinan a pensar que un indulto aumentaría la violencia.

-Leitao llama a un acuerdo transversal contra la violencia. ¿Te parece factible?

-No, yo creo que esas son frases que son parte de la campaña política nomás. Saben que no van a tener el apoyo de quienes son partidarios de indultar y por lo tanto lo hacen para eso, creo yo.

-¿Hay un doble estándar sobre la violencia? ¿Boric y el FA han sido ambivalentes sobre el tema?

-Yo creo que se ha instalado en la sociedad, más allá del Frente Amplio y de Boric, una peligrosísima tendencia que aprueba o es condescendiente con la violencia, cuando ella se manifiesta en favor o favorece una determinada causa de la cual se es partidario. Creo que eso es peligrosísimo, pero parece que ese fenómeno no es sólo un fenómeno político, sino un fenómeno social. El porcentaje de personas que después del 18 de octubre aparecía apoyando a la primera línea o a la violencia era muy alto. Ha ido disminuyendo pero todavía es alto. Y eso destruye la posibilidad de cualquier convivencia democrática.

-¿Dónde observas ese respaldo?

-Lo vi en las encuestas y en la Quinta Vergara cuando Kramer hizo un homenaje a la primera línea y recibió  vítores y aplausos y fiesta de la gente que estaba ahí, no sé si toda pero sí la gran mayoría.

– ¿Se rompió un consenso que sí existía cuando fuiste subsecretario del Interior?

-Si claro. No cabe duda. Este consenso comenzó a romperse el año 2011, con alguna violencia estudiantil. Con tomas que no eran ni siquiera votadas por mayoría y fueron creciendo con alguna violencia en liceos, típicamente el Instituto Nacional, y terminó en el 18 de octubre.

-El lunes pasado llamó la atención que los propios carabineros dejaron a los manifestantes romper luminarias y otra infraestructura urbana.

-Yo en eso miro con optimismo y beneplácito, digamos, una actitud cada vez menos represiva y violadora de DDHH por parte de Carabineros.

-Cuando fuiste subsecretario, ¿qué fue lo más complejo que viste?

-Nada. Había alguna violencia en la Araucanía particularmente en hogares mapuche, pero en las manifestaciones políticas no había ninguna. Creo que nunca se usó nada más allá del guanaco. Para el 21 de mayo se usaba el gas lacrimógeno pero de ahí no pasaba.

-Pero hay una idea de que Carabineros nunca se reformó y siguió actuando como actuaba en dictadura.

-Sí… A ver, Carabineros nunca se reformó pero tampoco fue desafiado ni en los niveles ni en la naturaleza en que fue desafiado el 18 de octubre y después. En Chile había 12 guanacos, eso era todo lo que había. ¡Y era suficiente! Uno dice qué locura, ¿cómo puede haber habido 12 guanacos? Pero no era necesario más. Los carabineros sin violar los DDHH controlaban con mucha facilidad los brotes de violencia que se producían en las marchas.

-Respecto a la Araucanía, ¿te parece correcta la decisión del gobierno de aplicar estado de excepción?

-Me parece una decisión desesperada, que podría ser conducente solo en la medida que fuera acompañada de algunas políticas de fondo que permitan pensar en salir del conflicto. Por sí sola me parece que pone un tapón, si es que lo pone, a una situación que está descontrolada.

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El Gobierno apuesta a presionar para que el Senado ponga nuevamente en tabla el proyecto de indulto. Sin embargo, en La Moneda igualmente saben que las urgencias no son usualmente respetadas en la Cámara Alta ➟ https://t.co/piZQAd99YK pic.twitter.com/ixE0fNlkHd

— Ex-Ante (@exantecl) October 19, 2021