El economista del Frente Amplio Nicolás Grau protagonizó una controversia epistolar con René Cortazár al defender el programa de Boric, pero su influencia excede con creces el ser solo un escudero: es consultado en materia económica por el candidato y sus asesores, y ahora se integrará formalmente al equipo económico. De duras críticas al empresariado y la Concertación en años previos, no ha escondido su interés por participar en un gabinete de Boric, con quien son amigos desde que estudiaban en la U. de Chile. Hoy ha intentado enviar señales de tranquilidad a los actores económicos.
El nuevo rol de Grau: Pese a que no tuvo un rol formal en la campaña de primarias con Jadue, pocos dudan en el Frente Amplio que Nicolás Grau tuvo una soterrada influencia en esos días: hablaban seguido con Boric y lo ayudó a preparar los debates en TV (asistió a uno con él), decisivos para derrotar al alcalde PC, que cometió varios errores no forzados. Después se intensificaron sus aportes a los equipos programáticos -coordinados por Diego Pardow y Javiera Martínez-, y esta semana se formalizará su ingreso al comando, confirmó Grau a Ex–Ante.
- Sucede en momentos en que Boric busca mostrar capacidad de gobierno con cuadro técnicos potentes, flanco que explotará su contendora Yasna Provoste.
- Con formación en el extranjero (doctor en Economía de la U. de Pennsylvania), la opinión del también expresidente FECh (38 años) representa un activo para Boric: son amigos desde la militancia de izquierda en la U. de Chile, donde hoy Grau es académico.
- En la primera parte de la campaña intervino formalmente solo en el grupo de reactivación económica verde, pero también se le atribuye influencia en la primera propuesta de Boric: trabajadores integrando el 50% de los directorios de empresas.
- “Queremos que el dinamismo económico no socave la igualdad política”, ha explicado Grau, cuya expertise está en el tema salarial (es partidario de reducir la jornada laboral a 40 horas, rebaja de utilidades de empresas y sueldo mínimo desde $400 mil).
- Grau ha dicho que en la primera etapa no entró formalmente a los equipos de campaña porque tenía un hijo recién nacido. Pero en una entrevista en La Tercera en junio no escondía que le interesaría formar parte de un gobierno de Boric: “Me gustaría participar de eso”. Tras el triunfo del presidenciable aumentó sus aportes al trabajo programático, en estrategia de desarrollo sustentable y sueldo mínimo.
- “Vamos a consultar con Grau y Claudia Sanhueza”, era una frase que se oía varias veces en el equipo programático, afirman quienes lo integran. Ambos economistas fueron piezas centrales en el programa que presentó Beatriz Sánchez en la anterior elección presidencial y, para algunos, hoy son los que aparecen con mayor bagaje académico-político en el bloque (Sanhueza integró incluso el equipo Bachelet 2013).
- Esta semana, Grau se integrará a un grupo de 6 personas que zanjará el programa final del candidato: en el grupo están Pardow, Martínez y, por parte del PC, Fernando Carmona y Javiera Petersen.
Su estilo y polémicas: Grau se enfrascó hace 2 semanas en un intercambio epistolar en El Mercurio con René Cortázar, luego de que el ex ministro DC criticara el programa de Boric. Quienes lo conocen explican que posee posturas firmes de las cuales es difícil moverlo, incluso por sus pares de la izquierda; y que gusta confrontar argumentos (ha contestado antes columnas del economista Sebastián Edwards y es panelista frecuente en radio y TV).
- Cortázar escribió que el programa de Boric “no tiene propuestas para atraer inversiones, y sí presenta un complejo menú para ahuyentarlas”, a partir de la propuesta de jornada laboral de 40 horas, impedir despidos por necesidades de la empresa, e incluir trabajadores en directorios: “O sea, pondrían su dinero para que otros lo administren. ¿Cuántos inversionistas conoce usted que estarían dispuestos a localizarse en Chile?”.
- Grau contestó señalando que en su postura había “miedos e imprecisiones”, pues las propuestas de Boric se habían aplicado en países desarrollados que mantuvieron la inversión, afirmó. “El señor Cortázar puede revisar la experiencia en esos países”. Y enumeró 4 propuestas de Boric para aumentar inversión (infraestructura e innovación).
- Cortázar le replicó que eran medidas de impacto marginal sectorial que no “contrapesarían” la caída en inversión. Y Grau contestó citando un artículo (“El mejor sobre este asunto”, dijo) que indicaría que la paridad en directorios, implementada en Alemania, tendría efectos nulos en la formación de capital.
- En medio, intervino Edwards: respaldó la tesis de Cortázar, y dijo que el paper citado por Grau contemplaba a Alemania como un caso único, que “buscaba lo contrario” a Boric.
- La controversia revivió este domingo: Cortázar calificó el programa de Boric como un “paquete explosivo”, e indicó que él no buscaba “generar miedo” sino dar argumentos.
- En ocasiones, las diferencias de Grau también han sido con economistas de su sector: en la izquierda recuerdan que ha sido duro opositor a los retiros de las AFP, y que por más intentos, no han logrado moverlo de esa posición.
El tránsito en su discurso: De familia de izquierda -es hijo de la ex ministra de la Concertación Paulina Veloso (PS) y su padre fue del Mapu-, a lo largo de su trayectoria ha tenido un discurso cuestionador del conglomerado en que su madre fue secretaria de Estado, y duras críticas al empresariado chileno, aunque en una de sus últimas entrevistas -con Boric ya de candidato- envió un mensaje algo más conciliador.
- Vivió su adolescencia en La Florida, donde estudió en el Colegio Raimapu, para “hijos de padres de izquierda que no querían que estuvieran en colegios cercanos a la dictadura”, ha comentado.
- De la Concertación ha dicho que tuvieron “éxito parcial”, pero “a costa de una destrucción de la naturaleza” y mantener “inalterable la desigualdad”.
- De los empresarios ha afirmado que las advertencias de un posible traslado de inversiones ante alzas impositivas “limitan la democracia”. Aquella tesis la profundizó a días del 18-O, en una columna en El Mostrador titulada “Bosquejo de un nuevo contrato social”, en la que dividió a la sociedad en 4 clases.
- Habló del grupo “elite económica” como un “poder político fáctico inmune a las instituciones democráticas representativas, que se pone en cuestión sólo en estallidos y protestas sociales”, que intenta que el sistema democrático “juegue a su favor” con “influenciar las elecciones con financiamiento ilegal de campañas” o advirtiendo que retirarán sus inversiones para moderar a gobiernos progresistas.
- A ese sector -agregó- se le debían subir impuestos y reducir utilidades.
- También se refirió a un “grupo de autonomía económica (5% y 10% de la población)”, al cual, a su juicio, se le deben elevar tributos e integrar al mismo sistema de salud que otros 2 grupos: los marginados (para los que se deberían brindar derechos sociales sin restricciones) y la clase media vulnerable (a los que se deben aumentar salarios).
- Pero en junio, en una entrevista en La Tercera, llamó a los empresarios a que no tuvieran temor del programa del FA, porque, según dijo, se parecería a países socialdemócratas.
- “Me encantaría que hubiese una parte del mundo empresarial que nuestro discurso no le diera miedo”, afirmó, pidiéndoles a adaptarse a los cambios. “Dejen de ver esto a la defensiva, ese Chile se acabó. Tienen que ‘pegarse el alcachofazo’ que es otro país. Tiene que ser distinto: con buenos salarios, democracia en empresas”, dijo.
- Se mostró disponible a transformaciones graduales y, pese a la “radicalidad” en los cambios demandados por parte de la izquierda, planteó que los avances debían ser serios y no como Venezuela o Argentina.
- Pero, en paralelo, cuestionó al Banco Central, aunque no abordó la posibilidad de modificar su autonomía. “En la independencia del BC hay un poquito de trampa a veces, porque se utiliza para imponer agendas de un sector. Se le ha pasado la mano”, indicó.