Esta mañana, el candidato presidencial de Chile Vamos dijo que el líder del Partido Republicano tomó un camino propio, por lo que a su juicio debiese tener una lista parlamentaria separada del actual oficialismo. La decisión de Sichel es respaldada por el PRI y Evópoli, sin embargo, complica particularmente a la UDI. Aún así en el gremialismo respaldan las señales del presidenciable.
Qué sucedió. Tras triunfar en las primarias, Sebastián Sichel, quien ha remarcado que es un candidato de “centro”, ya ha dado un par declaraciones en las que enfatiza su distancia con el proyecto político de José Antonio Kast.
- Pese a que particularmente desde la UDI se han sostenido conversaciones informales para tratar de sumar al Partido Republicano a un acuerdo presidencial y parlamentario, el mismo Kast ha negado cualquier acercamiento.
- Hoy en T13 Radio, Sichel dijo que el proyecto de Kast “no es mayoritario” y añadió que “yo me siento una persona de centro y quiero hacer una alianza con la centroderecha… La pregunta es si queremos votar por minorías o queremos construir mayorías… nosotros (tenemos que ) abocarnos donde hay que crecer, acá crecer hacia la derecha no es el sentido político que deberíamos tener”.
- Además, desestimó que el líder republicano sea un riesgo que le impida pasar a segunda vuelta.
- Respecto de las listas parlamentarias, dijo que si bien eran una facultad de los partidos, esperaba dar su opinión y añadió que “si José Antonio Kast o el Partido Republicano decide tomar su camino propio, lo que debería hacer también es que tenga su propia lista parlamentaria”.
- El domingo, en su discurso, Sichel enfatizó su interés en buscar el centro político y reiteró su crítica a quienes quieren dividir el país.
Lo que hay detrás. Los resultados de la primaria de la centroderecha mostraron que cerca de un 50% el votante de Chile Vamos se inclinaba por un candidato que se definía de “centro”. Incluso, la votación que obtuvo Sichel en la primaria (659.570 votos) es mayor que los 533.375 sufragios que logró José Antonio Kast en la primera vuelta presidencia de 2017.
- En el comando del presidenciable independiente ha cobrado fuerza la idea de que el “atrincheramiento”, es decir buscar un acuerdo con la derecha fuera de Chile Vamos, no le ayuda a construir una mayoría necesaria para ganar la presidencial.
- Un ejemplo de ello fue el resultado que tuvo el pacto oficialista para la elección de convencionales, que en forma inédita incluía al Partido Republicano. Aún así, el sector no alcanzó un tercio de la votación (solo eligieron 37 constituyentes) que era clave para lograr el derecho a veto en la Convención Constitucional.
- Por ello, la idea que han reforzado los voceros del comando de Sichel es que su candidato representa una alianza entre el centro y la centroderecha. Una candidatura de Kast, en ese sentido, los ayudaría a mostrarse más moderados.
- La evidencia indica que el temor es un factor de movilización en el electorado de derecha, que a veces prefiere apoyar a candidatos más moderados, sin necesidad de negociar, frente al riesgo de que ganen representantes de izquierda o de centroizquierda.
- Ejemplos recientes fueron el apoyo que él le brindó J.A. Kast a Piñera en la segunda vuelta de 2017 y la votación que logró Claudio Orrego en el balotaje de la elección de gobernadores. Un caso histórico también fue la elección de Eduardo Frei Montalva en 1964. En todos esos episodios no hubo exigencias a cambio.
- La apuesta del comando de Sichel, es que tras la alta participación en las primarias del domingo pasado, la elección se polarice y el interés se concentre entre Gabriel Boric y el abanderado de Chile Vamos.
Republicanos sin manija de negociación. Pese a ello, en los partidos oficialistas, en especial en el UDI y RN, no dan por cerradas las conversaciones con José Antonio Kast, con quien ha habido contactos informales. Sin embargo, la condiciones de la negociación cambiaron, por ello, las palabras del presidenciable independiente también dan cuenta de que ahora la ventaja en las tratativas es de Chile Vamos.
- Originalmente el interés de buscar un acuerdo surgió de la UDI, donde temían que su presidenciable Joaquín Lavín (entonces carta favorita del oficialismo) perdiera electores de derecha. Si a ello se le sumaba el crecimiento de una carta de centroizquierda, como Yasna Provoste, aumentaba el riesgo de no pasar a segunda vuelta.
- A la UDI, además, el Partido Republicano le competía en un electorado conservador. Una muestra de ello, fue la elección municipal en La Condes, donde la UDI bajó de 5 a 2 concejales, mientras que los republicanos eligieron a 4.
- Sin embargo, al salir elegido Boric, quien crece en un electorado de centroizquierda, la opción de Provoste podría debilitarse, mientras que Sichel demostró que es capaz crecer en la derecha (electorado que se molestó con Lavín cuando se declaró socialdemócrata) sin necesidad de abandonar un discurso de centro.
- En este nuevo escenario, la UDI, incluso, respaldan la señales de firmeza del Sichel. “El presidenciable hace lo que que tiene que hacer”, dice un dirigente gremialista. Además, en la UDI comentan que Kast -quien acaba de constituir su partido en todo el país-, corre riesgos si sus candidatos parlamentarios no logran suficiente votación.
- La Ley de Partidos dice que para mantener su existencia legal una colectividad debe lograr un 5% de la votación en la elección de diputados en al menos 8 regiones (si es un partido nacional) o tres regiones (si es un partido regional).
- En su defecto, la norma dice que deben elegir cuatro parlamentarios en, al menos, dos regiones distintas.
- Si no cumplen uno de esos dos requisitos, los republicanos deberían recomenzar a juntar afiliados, proceso a que a Kast le costó cuatro años.