La idea de dar una señal de autoconvocatoria, cambiando la sede de la Convención a las universidades, comenzó a cobrar fuerza a partir de las fallas técnicas que impidieron realizar la primera sesión en el ex Congreso. Los Pueblos Originarios acordaron aceptar la oferta de U. de Chile para usar sus dependencias, pero por la noche cambió el escenario. A continuación las tensas horas que marcaron la jornada.
Qué sucedió. A las 19.58 horas de este martes, la presidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncón, dio a conocer una declaración pública en la que convoca para las 10:00 de este miércoles y jueves al pleno para sesionar en el ex Congreso.
- La decisión dio un respiro a La Moneda, tras las bochornosas fallas técnicas y sanitarias en que incurrió la secretaría administrativa de la Convención -dependiente del Ministerio Secretaría General de la Presidencia- que impidieron que se llevara a cabo la primera sesión, el lunes.
- En Chile Vamos apuntaban a que La Moneda cometió un grueso error político al cambiar el eje de la agenda, cruzada en principio por los desórdenes de los convencionales de la Lista del Pueblo en la ceremonia de juramento. Y que, finalmente, no tuvo más espacio que arreglar desperfectos técnicos -el Presidente incluso envió equipos al ex Congreso mientras el ministro Juan José Ossa llamaba a convencionales para explicarles lo ocurrido- y esperar un informe de la Universidad de Chile, que señala que el ex Congreso reúne las condiciones sanitarias para sesionar.
- En La Moneda, en tanto, se daba por hecho que el secretario administrativo Francisco Encina saldrá del cargo. En los sectores moderados de la oposición han pedido una renuncia rápida de Encina para que la responsabilidad política no se concentre en Ossa.
- Como sea, mañana la Convención sorteará el uso de los distintos recintos del hemiciclo, debatirá la propuesta de de ampliación de los cargos de la mesa y la creación de comisiones. Al día siguiente, según indica la convocatoria, se hará la “discusión sobre eventual declaración de la Convención acerca de las personas privadas de libertad con ocasión de la revuelta social y de la judicialización del conflicto político y social que mantiene el Estado con la nación mapuche”.
Lo que se dijo. Loncón detalló por la noche la determinación: “Cumplimos con los más mínimos protocolos de acuerdo a lo establecido por el Colegio Médico, pero vamos a sesionar mañana. Las garantías no están todas”.
- También informó que se contará con colaboración del Colegio Médico en las sesiones e instalarán un servicio para la toma de PCR para los convencionales.
- Este miércoles, además, se ampliará de tres a seis el número de salas contiguas al hemiciclo para sesionar.
Tensa reunión. La jornada había sido tensa. El subsecretario Máximo Pavez llegó cerca de las 16.00 horas al ex Congreso para reunirse con Loncón y el vicepresidente Jaime Bassa.
- En el encuentro, la convencional le informó que la mesa había conversado con el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, para evaluar el traslado de al menos la primera sesión a la casa de estudios. Se trataba de una idea que inquietaba a La Moneda: una decisión así no solo agudizaría la crisis, sino que expondría a Ossa a enfrentar una segura acusación constitucional (la secretaría administrativa actúa bajo el alero de su ministerio y Loncón pidió su renuncia).
- Pávez estuvo acompañado en la reunión por Encina. Tenía una lista de las solicitudes que la mesa les había hecho el lunes y que fueron revisando una a una: incluía contar con recambio de mascarillas, medir el Co2 de las salas y tener la conectividad para sesionar en las distintas salas.
- Aunque la conversación fue en buen tono, la mesa insistió en que había existido una negligencia grave del Gobierno. Pavez respondió que había un grado de autonomía de la convención que el Gobierno no podía sobrepasar.
- Al final del encuentro, que se extendió por casi dos horas, habría sido la propia Loncón la que dio por zanjado el tema: se descartó una vocería conjunta, pero el subsecretario les informó que anunciaría a la prensa que estaban las condiciones para funcionar.
Presión por irse a la U. de Chile. En paralelo se registró una seguidilla de reuniones entre constituyentes en el Palacio Pereira para evaluar pasos a seguir.
- Según algunos convencionales del PS, la Lista del Pueblo, del PC, independientes y de Pueblos Originarios la oferta de la universidades estatales era atractiva por varios factores. Uno de ellos es que se podría sesionar en regiones, todos juntos, o bien repartidos en forma telemática en distintas casas de estudio.
- Sin embargo, lo que más alentaba a aceptar la propuesta de las universidades era la posibilidad de dar una señal de “autonomía”, principio que defienden convencionales de izquierda para reforzar la “soberanía” por sobre las reglas fijadas por otros poderes del Estado.
- Más aún: Los 16 constituyentes indígenas (con Loncón son 17) se reunieron en el Palacio Pereira y acordaron aceptar el ofrecimiento del rector Vivaldi para trasladarse este miércoles a algunas dependencia de esa casa estudios para usarlas, al menos, como su propio lugar de reuniones u oficinas.
- Los convencionales de derecha no salieron a defender al Gobierno, pero se opusieron al cambio de sede y apostaban, al menos, a que se votara con un quorum dos tercios. “No corresponde el cambio de sede. Cualquier decisión tiene que tomarse corporativamente”, dijo el constituyente de RN y ex ministro Luis Mayol.