Ex-Ante presenta el perfil político de los dos contendores de la crucial batalla en la centroizquierda: la segunda vuelta de gobernador metropolitano. Continúa con Claudio Orrego (DC), inicialmente el favorito indiscutido que se ha visto amenazado por la votación de Karina Oliva (FA-PC). Hijo de un fundador de la Falange, tuvo un breve y fallido paso por el gabinete de Lagos -en el que aprendió que en política no bastan solo las competencias técnicas- y una poco exitosa candidatura presidencial en 2013. Ya lleva 3 años posicionado su campaña a gobernador, con la idea de apuntalar a la DC y transformarse en la segunda autoridad de más peso político-electoral en el país. Su campaña ha apelado a su “experiencia de gobierno”, en contraste con Oliva.
Por qué importa: La segunda vuelta Orrego-Oliva es clave en la disputa por la hegemonía de la izquierda entre Unidad Constituyente (ex–Concertación) y el Frente Amplio-PC, que ganaron el 1er round en la constituyente. Sobre todo para Yasna Provoste (DC) y Daniel Jadue (PC), con miras a las presidenciales, por el peso político-electoral que aportará el primer gobernador electo de la RM, la segunda autoridad más votada después del Mandatario.
- Lo saben Jadue y Provoste: ya pusieron sus fichas para el balotaje del 13/06.
- En la primera vuelta, Orrego ya se transformó, con 657 mil sufragios, en el candidato más votado que no postula a la Presidencia desde 1990; récord hasta ahora en manos de Frei Ruiz-Tagle en la senatorial 1989 (608 mil). Y Oliva no estuvo lejos (601 mil).
- Experiencia de gobierno v/s promesa de transformaciones: es ese el clivaje que los mismos candidatos instalaron en la contienda -a partir de críticas de Oliva a Orrego, que él contestó-, y ello se refleja en la edad de sus electorados.
Su perfil y origen en la DC: Claudio Orrego Larraín, quien en dictadura fue parte del movimiento Sebastián Acevedo, durante años perteneció al grupo de la DC llamado Los Príncipes. Junto a él estaban Ignacio Walker, Mariana Aylwin, Alberto Undurraga, Jorge Burgos y Patricio Walker. También fue cercano a ellos, el empresario Juan José Santa Cruz, principal apoyo de la carrera de Sebastián Sichel.
- Hijo de Claudio Orrego Vicuña, el hoy candidato a gobernador decidió vivir en Peñalolén cuando era estudiante. Llegó al sector conocido como La Faena. Allí forjó sus primeros lazos con la comuna que años después -tras haber estudiado un máster en políticas públicas en Harvard- lo tendría como alcalde en dos periodos.
- Frenético en el ritmo de trabajo, Orrego es parte de una generación que, para algunos, no logró vencer a las cúpulas de sus partidos y romper con los controladores históricos. Siempre bajo las directrices de los líderes históricos de la ex Concertación y luego la Nueva Mayoría, si bien sus compañeros de ruta llegaron a altos cargos públicos, no fueron capaces de cumplir con la promesa de renovar la política.
- El ex intendente siempre ha preferido destacar más con un perfil técnico que político. Pese a lo anterior, sus dos participaciones más bulladas están directamente relacionadas con la política: vocero de la campaña -que se sabía perdida- de Eduardo Frei Ruiz Tagle y luego una precandidatura presidencial que perdió por la falta de apoyo de su propio partido, entre otros factores.
Renacer político: Orrego busca retornar a la primera línea política nacional, tras un largo tránsito. Tuvo un fallido y breve paso por el gabinete de Ricardo Lagos, fue alcalde de Peñalolén, terminó tercero en las primarias presidenciales de la Nueva Mayoría en 2013 -detrás de Andrés Velasco-, y pasó por el gobierno de Bachelet 4 años como Intendente Regional.
- En 2000, fue el biministro más joven (Vivienda y Bienes Nacionales) del gobierno de Ricardo Lagos Escobar. Al interior de esa cartera, con todo el ímpetu que traía luego de ser un alto ejecutivo de la empresa Sonda del empresario Andrés Navarro, planeó una revolución tecnológica en Vivienda, un ministerio que parecía vivir todavía la época de los 80.
- Duró 9 meses: cuando fue reemplazado con Jaime Ravinet, de un perfil completamente distinto, se dio cuenta de lo que podía pesar la política.
- Lagos le habría dicho en ese tiempo que con computadores no se ganaban elecciones.
- Tras años de lidiar con detractores dentro de su partido y de haber elegido mayoritariamente a independientes para trabajar en Peñalolén, Orrego entendió el peso de la política y se preocupó por traspasar el mando de la popular comuna a alguien de su partido: Carolina Leitao, DC y ahijada política de Gutenberg Martínez y Soledad Alvear, es actualmente la edil y ganó su reelección.
- En su último cargo, de Intendente de Santiago durante Bachelet II, Orrego se propuso una meta: terminar el mandato y no salir como sus antecesores (en promedio duraban año y medio).
- Su obsesión por los números lo llevó al punto de calcular cuántos días los distintos intendentes habían ocupado el cargo. Y terminó en el puesto al final de los 4 años de Bachelet, con la decisión tomada de postular a gobernador en 2021.
- Se fue algunos meses a EE.UU., y retornó para iniciar su despliegue por toda la RM. Así, mientras Oliva y sus otros contendores fueron todas candidaturas surgidas durante el último año, Orrego lleva 3 años trabajando en ella.
- Triunfar en el principal bastión del país es clave en la apuesta DC por detener su declive electoral -hasta ahora fallida, producto de su debacle en constituyentes-, al punto que en todas las negociaciones defendieron a brazo partido a Orrego como prioridad: incluso, en 2019 llegaron a deslizar al FA que podían omitirse en Valparaíso en favor de Beatriz Sánchez, si el FA apoyaba a Orrego.
Entre dos péndulos: El escenario de Orrego en el balotaje es visto como una “caminata entre vidrios”, afirman en la oposición: la apuesta DC es que la derecha votará por Orrego al quedar fuera de la segunda vuelta su candidata Catalina Parot. Pero él no puede hacer gestos a ese sector, pues ello solo beneficiaría a Oliva en la izquierda -en el PS no desconocen que antes del quiebre con FA-PC por primarias presidenciales algunos militantes querían votar por ella-, y abriría al ex intendente espacio a críticas en su sector.
- Por lo pronto, Orrego ya logró el apoyo institucional PS: se lo dieron en una reunión vía Zoom el timonel Álvaro Elizalde, la candidata presidencial Paula Narváez, y el secretario general Andrés Santander, quien reforzó su comando.
- La apuesta es que sin guiños, los votos de la derecha lleguen solos, producto de la inquietud que produce en Chile Vamos el giro a la izquierda en la constituyente.
- De triunfar, el principal desafío de Orrego será el ser gobernador de una ciudad donde los índices de delincuencias, crimen organizado y narcotráfico están muy arriba de lo que enfrentó como edil.
- En la DC afirman que su gestión de intendente es su mejor aval: habría sido bien valorada en materia de urbanismo, desarrollo de áreas verdes y ciclovías, aunque enfrentó algunas críticas en materia de seguridad, y por la labor de fuerzas policiales en protestas (para lo que exigió a Carabineros transparentar protocolos antes de las marchas).