Encuestas y ansiedad. Las últimas semanas en el oficialismo han sido de trabajo frenético examinando encuestas y consultando expertos electorales para tratar de descifrar el nivel de daños que sufrirá el oficialismo en las elecciones constituyentes del 15 y 16 de mayo (en las municipales la situación parece estar lejos de ser dramática; en la de gobernadores el escenario también es gris, pero sus implicancias son menos graves).
El calendario de la UDI. La UDI, a su vez, había elaborado un itinerario para que Matthei se definiera, el que también estaba amarrado a la fecha original de las elecciones: al día siguiente de los comicios, lo que significaba administrar la disputa con un plazo razonable antes del Consejo General que definirá al candidato.
Tal vez no exista mejor ejemplo de que manejar los tiempos en política es decisivo y que el precio de equivocarse puede ser alto. Sobre todo cuando está en juego la elección más importante del país de las últimas tres décadas.
La primera intervención del gobierno no solo fue ciega a lo sucedido en la Cámara sino que estuvo caracterizada por una serie de errores técnicos que una reforma como esta no se puede permitir. Si en la Cámara se tramitó completamente sin ningún dato que sustentara la propuesta, en el Senado no se puede permitir […]
El Presidente ha enmudecido. Ni siquiera el formal pésame dirigido a su esposa e hijo de 6 años se ha escuchado. Si no se llega a la verdad, los autores del crimen se sentirán seguros y envalentonados para seguir operando en Chile, quizás ya no contra disidentes venezolanos sino contra periodistas, jueces, fiscales y políticos […]
Fue el diputado Gonzalo Winter quien planteó que el Gobierno de Gabriel Boric carece de una vocación de transformación cultural, sometiéndose a la lógica de los acuerdos. Poniendo nada más ni nada menos que a Javier Milei como referente de un modo de acción política que maximiza idearios. ¿Sorprenden las declaraciones de Winter? No. ¿Sorprende […]
Winter acierta en el diagnóstico, pero no en las causas ni en la responsabilidad que la retórica, de la que tanto abusan, juega en esta situación. Son ellos mismos, más que los medios de comunicación o los gremios, como sugiere el diputado, los responsables de su propio fracaso.
Se ha creado el vergonzoso precedente de que, en territorio chileno, todo es posible. Ello levanta una inmensa interrogante sobre la real capacidad del Estado para defender la soberanía nacional, garantizar la seguridad pública e imponer el respeto a la ley. Son demasiados los signos de vulnerabilidad de Chile.