En vísperas de la votación en la Cámara -en una reunión por zoom de tres ministros del comité político con Lavín, Desbordes y los timoneles de RN y la UDI- quedó sellado que el destino de La Moneda en la Cámara sería la contundente derrota que sufrió. Los participantes salieron sin un acuerdo en torno a una propuesta concreta. Ahora, en medio de la resaca, el oficialismo se alista para la batalla que se dará en el Senado. El gobierno, eso sí, ya tendría casi decidido impugnar el proyecto aprobado en el Tribunal Constitucional antes de esa votación.
El prólogo de la derrota. En la noche del miércoles, los ministros Jaime Bellolio, Juan José Ossa y su colega de Hacienda Rodrigo Cerda hablaron en forma telemática con los presidenciables de la UDI y RN, además de los timoneles de esos partidos, Javier Macaya y Rafael Prohens, para consensuar una fórmula de ayuda social basada en la propuesta de Lavín de recurrir a fondos del seguro cesantía.
- Lo que escucharon los presidenciables y los jefes de partido no cumplía los requisitos que estimaban necesarios para convertirse en una alternativa al Tercer Retiro, vale decir que incorporara los pilares de la propuesta de Lavín: retirar fondos del Administradora de Fondos de Cesantía (AFC) por un máximo de $1 millón y un mínimo de $400 mil, éste último garantizado incluso para los que no tienen depósitos suficientes (lo que implica un aporte del gobierno del US$ 2.000 millones). Eso beneficiaría a 10,4 millones de chilenos, en su mayor parte de clase media.
- Fuentes al tanto de las conversaciones señalaron que los ministros ofrecieron que el beneficio llegara solo a quienes ganan hasta $1,5 millones. Además, no incluía otros beneficios.
- Por la mañana, antes de la votación, el gobierno hizo algunas concesiones que tampoco convencieron a los líderes de Chile Vamos. A tal punto que La Moneda ni siquiera presentó formalmente una propuesta, dado que sabía de antemano que sería rechazada por sus parlamentarios. Por su lado, en el gobierno señalaron que sí se acercaron las propuestas pero que no existían las garantías de que los parlamentarios votarán cohesionado en contra de la iniciativa.
- En ese escenario, en la votación general el proyecto fue aprobado por 122 votos a favor, 22 en contra y 8 abstenciones. La Moneda logró que no se aprobara en la Cámara la fórmula que diseñó la oposición para sortear el Tribunal Constitucional -contenida en una reforma permanente a la Carta Fundamental-, al no reunirse los 92 votos que se requerían para ella. Esto último era lo más clave para La Moneda una vez que daba por perdida de antemano la votación principal.
- Al final de la jornada, el diputado Matías Walker (DC) logró añadir una indicación que según su interpretación podría impedir que el Presidente impugnara el proyecto en el TC. Pero en La Moneda descartan que esa iniciativa tenga ese efecto y el mismo diputado, en conversaciones con sus pares, admitió que su indicación no tiene grandes posibilidades de éxito en el TC.
- Como sea, altas fuentes de La Moneda señalan que la decisión de ir al TC está tomada y que incluso se inclinan por hacerlo antes de la votación en el Senado, prevista para la próxima semana. Sin embargo, eso no impediría el trámite en el Senado, ya que el proceso en el TC llevaría por lo menos un par de semanas.
- Tras la derrota, vinieron las recriminaciones y explicaciones. El más duro fue Mario Desbordes, quien acusó al gobierno de no comprender que es necesario poner más ayuda para los afectados por la pandemia y reiteró su pedido de que el gobierno no vaya al TC, palabras recibidas con irritación en el gobierno.
Lo que viene. Pese a estar decidido a ir al TC, en el oficialismo no descartan que el gobierno se juegue por una propuesta capaz de unir a sus bancadas de senadores, que si votan cohesionados tienen más del tercio que se requiere para rechazar el proyecto de la Cámara. De hecho, en la UDI interpretan la decisión del gobierno de no dar a conocer su propuesta final como una forma de no gastar cartuchos antes de la batalla decisiva. “Hay que jugar póker con la propuesta hasta que se presente en el Senado”, dice un alto dirigente de la UDI.
- Además de elaborar una propuesta digerible para los principales dirigentes de Chile Vamos, el primer obstáculo de La Moneda son los senadores díscolos que ya anunciaron su apoyo al tercer retiro: los UDI Iván Moreira y David Sandoval, los RN Manuel José Ossandón y Marcela Sabat y Juan Castro, cercano a RN.
- Una propuesta que logre ordenar sus filas tiene un premio alto para La Moneda y el oficialismo: el Presidente da una demostración de liderazgo, cohesiona a su coalición y la fortalece antes de un calendario electoral decisivo. Otra derrota solo profundizaría la posición desmedrada que ostenta La Moneda hoy.
- Sin embargo, no está claro que el Presidente se juegue por esa opción (los interlocutores de los ministros encargados de negociar se quedaron con la impresión de que ellos son favorables a ceder más de lo que está dispuesto a hacerlo el Mandatario).
- Piñera estaría convencido de que aun impidiendo un tercer retiro nada garantiza que después venga un cuarto o un quinto si los líderes de la coalición no son capaces de ordenar sus filas. En esa línea, las quejas apuntan sobre todo contra Desbordes, cuyas diferencias con La Moneda vienen desde el estallido social, pese a la pausa ocurrida durante su mandato en Defensa.
- No es ningún secreto que pese a que hay diferencias con ambos, las relaciones de La Moneda con Lavín son mucho más fluidas, de la misma forma que con la UDI, como lo comprueba la composición de su gabinete. La última demostración fue la llegada de Patricio Melero a Trabajo.
- Pero los críticos más del presidenciable de RN en el gobierno reconocen que tiene liderazgo, y dan como ejemplo su papel en el Acuerdo Por la Paz y una Nueva Constitución y su ascenso al interior de RN.
- Todo lo anterior lleva a una conclusión en La Moneda: cualquiera sea el resultado de lo que ocurra en el Senado -y en el TC- va a ser muy difícil tener un interlocutor fuerte en la coalición antes de las primarias de junio, cuando asuma el liderazgo el ganador. Tal vez eso sea hoy la conclusión más compartida en el oficialismo.