Perfil: 20 cosas que hay que saber de Jorge Bermúdez, un contralor incómodo

De la misma forma que tomó iniciativas recibidas con desagrado por el gobierno Bachelet, que lo nombró pese a no ser el favorito de la Presidenta, su relación con gobierno Piñera ha sido a ratos compleja. Para algunos, comenzó con un pie forzado cuando anunció que tardaría 6 meses para determinar la legalidad de la designación de Pablo Piñera como embajador en Argentina. Ahora anunció que investigará el fideicomiso ciego del mandatario.

1. Del Cerro Esperanza al Barrio Yungay. Jorge Bermúdez (52 años) nació en Valparaíso, estudió en el Colegio Salesianos e ingresó en 1987 a estudiar Derecho en la Universidad Católica de Valparaíso (UCV). Es hincha de Santiago Wanderers y aún reside en el Cerro Esperanza, donde se traslada a Santiago todas las semanas. Vive intermitentemente en el Barrio Yungay, en la capital.

2. Opositor a Pinochet. Nunca ha militado, pero fue presidente del Centro de Alumnos de Derecho de la UCV. “Nunca fue un hombre de izquierda, sino un opositor a la dictadura. No obstante, fue un líder transversal”, ha dicho su ex compañero Álvaro Vidal. En otra elección apoyó a Pablo Gómez, ex fiscal de Valparaíso, por esos años candidato de la derecha.

3. El profesor que se convirtió en su nexo con la Suprema. En las aulas de la UCV, Bermúdez fue alumno de Pedro Pierry. Años después, en mayo de 2016, Pierry se retiró de la Corte Suprema, tras lo cual el abogado lo fichó en Contraloría. En círculos judiciales se indica que Pierry es su nexo  con la Suprema, pese a que su rol formal es el de proveer escenarios jurídicos ante las acciones legales en contra del organismo fiscalizador. La relación de Bermúdez con el máximo tribunal ha tenido altibajos. En una ocasión su disputa llegó al TC.

4. La influencia alemana.Tiene un doctorado en España y un posdoctorado en Alemania, donde conoció a su mujer, la científica Brigitte Böckle, con quien tiene dos hijos. Bermúdez hizo sus estudios en materia medioambiental en la Universidad de Giessen. El día en que tuvo la primera reunión con su profesor recibió una inesperada lección sobre probidad. “Me preguntó lo que hacía. Y le dije que era funcionario público (en esa época trabajaba en el CDE), además hago clases en la universidad y, si tengo tiempo, llevo algunos casos”, recordó Bermúdez en CNN. Y contó lo que le respondió su profesor: “Eso en este país se llama corrupción, porque en Alemania el profesor sólo es profesor, el funcionario sólo es funcionario y el abogado, abogado”.

5. Perfil académico. Ha sido profesor de Derecho Administrativo y Derecho Ambiental en la Universidad Católica de Valparaíso. En 2015, el Ranking Internacional Best Lawyers lo eligió como el mejor abogado a nivel nacional en Derecho Administrativo. “Tal vez uno de los períodos que más marcan es mientras se estudia para el examen de grado. Recuerdo que hubo un momento en que estaba tan concentrado en el estudio, que un día me desperté, me duché e iba saliendo de la casa para juntarme con con quien estudiaba cuando mi hermano me hizo ver, con no muy buen tono, que era la una de la mañana y que si acaso estaba loco. Estaba totalmente confundido con las horas”, comentó en una ocasión. “Nunca va a una reunión sin saber todo lo que le van a preguntar y todo lo que deberá responder”, afirman sus amigos.

6. No era el favorito de Bachelet. Fue propuesto por Bachelet en diciembre de 2015, dos meses después de que Chile Vamos rechazara en el Senado la primera opción de la ex Presidenta: el abogado Enrique Rajevic. El cargo llevaba 8 meses vacante. El ex ministro Jorge Burgos fue clave en su designación. Se buscaba entonces a un técnico más que un político y Bermúdez calzaba con ese perfil. Conocía además a una influyente asesora del Segundo Piso: Ana Lya Uriarte, con quien lo unía su trayectoria en el mundo medioambiental (ella fue directora de la Conama; él cursó un postdoctorado en la materia). Algunos atribuyen a Uriarte, ex jefa de gabinete de Bachelet, el haber promovido inicialmente su nombre, lo que es descartado por los cercanos del contralor.

7. Garantías a la derecha. Su designación fue unánime en el Congreso. Para Chile Vamos, daba más garantías de neutralidad que Rajevic, vinculado a la DC. Bermúdez expuso en 2008 en favor de la entonces ministra Yasna Provoste, quien enfrentaba una acusación constitucional, pero lo mismo hizo en 2013, en apoyo a Harald Beyer. Trabajó en reparticiones públicas de los gobiernos de Frei Ruiz Tagle, Lagos y Bachelet, pero también con Piñera. En 2012fue asesor de Andrés Allamand en el Ministerio de Defensa: promovió un nuevo reglamento de proveedores en la adquisición de equipamiento para las FF.AA.

8. Crisis de Carabineros: el diálogo con Pérez y Piñera. El 10 de septiembre de 2019 se conoció que Contraloría había formulado cargos contra siete generales del Alto Mando de Carabineros por su eventual responsabilidad administrativa en el 18-O. Ese mismo día, el entonces ministro Víctor Pérez acudió hasta el despacho de Bermúdez. No se sabe lo que conversaron. Lo que sí está claro es que siete días después fue el Presidente quien habló con él. “Me preguntó si yo tenía idea de cuál era el contenido del sumario, de cuáles eran los timing que tenía el sumario. Pero no fue una respuesta que le sirviera mucho, porque no conozco el contenido del sumario”, diría después.

9. Relación con el Presidente. Es amable, pero formal. Suelen hablar 4 veces al año. El Presidente es siempre quien pide las reuniones, pero es respetuoso de las atribuciones del Contralor. El caso de Carabineros, de hecho, sigue abierto: Bermúdez pidió a inicios de marzo la suspensión de tres generales y Carabineros, al igual que el Gobierno, apuesta a dilatar el caso.

10. Conflictos con La Moneda. Si a inicios de mes la Controlaría incomodó al Gobierno por pedir la suspensión de tres generales de Carabineros, a fines de este mismo mes se involucró en el caso Enjoy, donde investigará el fideicomiso ciego del Presidente. Su relación con La Moneda ha sido a ratos compleja. Para algunos, comenzó con un pie forzado cuando anunció que tardaría 6 meses para determinar la legalidad de la designación de Pablo Piñera como embajador en Argentina, lo que, en los hechos, impidió su nombramiento. Otras voces indican que no ha puesto reparos en momentos clave, como ocurrió a partir de un viaje de Felipe Larraín a Harvard con cargo al Fisco o tras la gira de los hijos del Presidente a China, en 2019.

11. Su momento más difícil.El episodio más tenso de su relación con el Gobierno ocurrió a propósito de su disputa con la subcontralora, Dorothy Pérez. Bermúdez decidió destituirla en 2018, argumentando que había perdido la confianza a partir de su rol en la investigación del Pacogate. Pérez acudió entonces a la justicia y la Suprema declaró ilegal la medida superior, ordenando su reincorporación. A fines de ese año, el Contralor dijo a Revista Sábado que “a mucha gente le gustaría que yo renunciara y que haya un período largo de subrogancia”. Para algunos, se trataba de una alusión al Gobierno, tras las diferencias que habían mantenido. ¿Cuál es su ambición?, le preguntaron. “En este momento es sobrevivir, lo que no es poco”, respondió. En 2020, el Congreso aprobó una reforma a la ley orgánica de Contraloría que facultó a Bermúdez para designar de manera discrecional a su subrogante en su ausencia. Detrás de la modificación legal, paradójicamente, estaba La Moneda.

12. Lo que no le perdona el bacheletismo. En febrero de 2019, con Piñera en La Moneda, una investigación de la Contraloría indicó que a través de una investigación había determinado que la ex secretaria ejecutiva del Consejo Nacional de la Infancia (Conain) y amiga de Bachelet, Estela Ortiz, recibía $3.047.568 mensuales más de lo que le correspondía por su rango. Otro episodio duro para la ex Nueva Mayoría fueron las objeciones de Bermúdez al “jubilazo” de Myriam Olate, ex subdirectora técnica de Gendarmería y ex esposa de Osvaldo Andrade (PS).

13. Su círculo y su estilo. Uno de los hombres fuertes de su gabinete es Camilo Mirosevic, hermano del diputado Vlado Mirosevic (ex Frente Amplio) y ex alumno suyo en la Universidad Católica de Valparaíso. Otro, el abogado Tomás Mackenney, hijo del ex presidente del CDE Carlos Mackenney, uno de los DC más cercanos a Bachelet y con contactos en el mundo democratacristiano, como Jorge Burgos. En su círculo también está Gonzalo Gálvez, quien es experto en derecho administrativo y el encargado de revisar los documentos que posteriormente analiza Bermúdez. Durante su conflicto con la subcontralora se habló de que en ocasiones pedía a algunos funcionarios dejar sus celulares afuera de las reuniones. Sus conocidos lo niegan: Afirman que solo lo ha hecho en contadas ocasiones y para casos muy particulares.

14. Su mirada del estallido social. El 19 de octubre de 2019, un grupo de Carabineros acudió a la casa de Bermúdez en Santiago. Se trataba de trasladarlo a la Contraloría para que firmara los nuevos decretos sobre el Estado de Excepción. Las medidas de seguridad fueron extremas. “Tuve que usar chaleco antibalas e iba personal policial muy fuertemente armado, eso no me lo esperaba”, diría después. En retrospectiva, una de sus críticas sobre el 18-O apunta a la inteligencia policial. También piensa que una las causas del estallido fue la corrupción en Chile.

15. El reclamo en el Cosena. En pleno 18-O, en una reunión del Consejo de Seguridad Nacional, le dijo a Piñera que el Cosena debía ser citado cuando existe un riesgo para la seguridad de la nación, pero que los temas que estaban sido tratados por él en ese momento eran de orden público. No había, según le indicó delante de otras autoridades, fundamentos jurídicos para haberlo convocado. Fue un momento que en La Moneda prefieren olvidar.

16. Jadue y el caso Luminarias. En octubre de 2020, la Contraloría comunicó a Daniel Jadue (PC) el inicio de una auditoría en la Municipalidad de Recoleta a partir una donación equivalente a $50 millones de pesos -realizada por Itelecom- a la Corporación Municipal para el festival Womad. Se trata de la misma empresa que se adjudicó en 2018 un contrato de $10.259.454.000 por 10 años con la municipalidad para instalar luminarias y cuyo dueño está preso en el marco del caso Luminarias. Bermúdez no ha validado el proceso de licitación, lo que contradice la afirmación de Jadue de que “todo el proceso licitatorio fue revisado sin reparos por la Contraloría”.

17. Las diferencias con Ramiro Mendoza. “¿Cómo evalúa la gestión de su antecesor en el caso Carabineros? ¿Considera que la Contraloría podría haber hecho más?”, le preguntaron a Bermúdez en una entrevista en 2018. Y respondió: “Como institución fracasamos en el caso Carabineros, tuvimos el fraude en las narices y no lo vimos o no lo quisimos ver. Yo aquí, como Condorito, “exijo una explicación”. El año anterior, a propósito del rol de su antecesor en el comando de Piñera, afirmó que es clave que en los cargos de fiscalización exista un “período de enfriamiento” que dure años, absteniéndose de participar en una serie de actividades, no sólo políticas sino también empresariales y académicas. El período de Bermúdez como Contralor finalizará en 2023.

18. ¿Organismo colegiado?: Su batalla en la Contraloría. Desde 2018, el Gobierno ha dado diversas señales de que es partidario de que la Contraloría se transforme en un órgano colegiado y no unipersonal, como opera actualmente. El modelo preferido es el del Banco Central, que tiene cinco directores. Bermúdez ha peleado por una Contraloría unipersonal, pero no exenta de controles. “Hay que tener cuidado de que la Contraloría no se transforme en una herramienta de lucha política”, ha dicho.

19. Ciclista y lector de Big Data. Todos los días sube a pie hasta su oficina en la Contraloría, en el Noveno Piso, seguido de cerca por sus escoltas. Su hobby es el ciclismo: cruzó los alpes en bicicleta cuando hizo un postdoctorado en Alemania. Lee libros sobre este deporte. También de filosofía. Actualmente se ha volcado a lecturas sobre Big Data y Management. También es aficionado a las mascotas, pero quiltras. Tiene un perro callejero y un gato llamado “Maikol”.

20. Su proyecto más ambicioso. Se trata del Plan Estratégico 2021-2024 de la Contraloría, cuyos ejes son el fortalecimiento de la confianza del organismo fiscalizador y el convertirlo en una institución que tenga la innovación entre sus principales prioridades. Se trata, por ejemplo, de profundizar el trabajo con Big Data para las fiscalizaciones y promover a través de distintos instrumentos el desempeño eficiente del sector público.