-El presidente Boric ha vuelto a opinar sobre el tema constitucional. Dijo que el Consejo había cometido los mismos errores que la Convención y que habían hecho un texto que no estaba ni de cerca de ser de consenso. ¿Qué te parece esa intervención?
-Pareciera que el Presidente Boric ha decidido encabezar la campaña del voto En Contra. Comete un doble error: rompe su estrategia de no involucrarse en el proceso, que era la estrategia correcta, y así transforma el plebiscito del 17 de diciembre en una evaluación sobre el gobierno. Cuando él se involucra como lo hace, la gente empieza a percibir que votar a favor implica castigar al Presidente.
-¿Estas declaraciones de Boric, que ronda el 28%, favorecen a la nueva propuesta?
-Yo creo que sí. El segundo error es que es un juicio extraño: no mide con la misma vara los dos procesos. Recordemos la frase del propio Presidente cuando dijo que quería aprobar cualquier texto porque era mejor que el escrito por cuatro generales. Pero con estas declaraciones Boric se vuelve a poner en el centro de atención, y empieza a aparecer su diferencia de criterio: muy complaciente con la Convención fracasada y muy exigente del Consejo Constitucional.
-¿Se contradice el mandatario cuando dice que este texto es producto de una mayoría circunstancial, igual como la anterior era de izquierda y dio base a su propio gobierno?
-Es un concepto extraño, porque todas las mayorías son circunstanciales en democracia. Lo que reconoce el Presidente, detrás de una argumentación un poco mañosa, es que no le gusta el texto del Consejo. Él quería aprobar el texto anterior, que está en las antípodas de este, porque tenía la plurinacionalidad y dividía a los chilenos. Es esperable que un texto que no tiene ninguno de esos elementos no sea de su agrado.
-¿Piensas que da a entender que podría haber un nuevo proceso?
-La energía respecto del interés constitucional es mínima. De hecho, el gran adversario de este segundo proceso ha sido ese: que las personas tienen un bajísimo interés en el mismo. Si el Presidente quiere impulsar un tercer proceso va a ser contra la voluntad de la gran mayoría de los chilenos.
-Boric dice: “nos interesa que Chile pueda tener reglas que los representen a todos y en eso vamos a estar trabajando”.
-Esa es la última frase desafortunada, porque si hay algo que los chilenos quieren es terminar el proceso constitucional. La disputa de fondo respecto del plebiscito de diciembre va a ser cuál de las alternativas cierra mejor el ciclo de estos cuatro años desde el estallido. Si gana el En Contra, queda abierta la posibilidad de un tercer ciclo, como lo sugiere no solo el Partido Comunista, sino el Presidente.
-Eres uno de los coordinadores del A Favor. ¿Qué tan importante es que se sumen Amarillos? ¿Es posible que resurja esta alianza de centro y derecha del Rechazo anterior?
-Es una muy buena señal porque desmiente esta lógica de que el texto constitucional fue escrito solo por un sector. El hecho de que gente que no es de derecha, incluso puede ser hasta Demócratas, se terminen sumando al nuevo texto habla de que la propuesta satisface el sentido común mayoritario de los chilenos y no a un determinado sector.
-¿Pero ha sido difícil la campaña del A Favor? ¿Cómo la has visto tú: ha sido más complicada de lo que esperabas?
-Estamos trabajando con el supuesto de que aquí hay una elección de alto desinterés. Pero el voto obligatorio va a hacer que en las últimas tres semanas, muchas personas se informen sobre qué es lo mejor para Chile.
-¿Piensas que esta idea, que intenta poner la izquierda, de que esta es la constitución de José Antonio Kast afecta las perspectivas del apruebo?
-No. Esa es la gran acusación que le hace la izquierda al texto. Pero no se sostiene en la realidad. De hecho, tiene muchos elementos propuestos por la centroizquierda: lleva a nivel constitucional el Estado social y democrático de derecho, la igualdad salarial, el cambio climático. Todos elementos que la izquierda ha incorporado en el texto. Va a costar mucho decir que es un texto partisano o que pertenece a un solo partido. Casi un 50% fue aprobado por unanimidad.
-¿Uno de los puntos para aprobar el texto es que de esa manera se cierra el tema constitucional? ¿La gente está cansada?
-El A Favor tiene la gran ventaja de que así podemos decir que no son cuatro años perdidos, sino que finalmente hay un cambio que se puede mejorar hacia adelante. El tema de una nueva Constitución no se acaba con un triunfo del A Favor el 17 de diciembre.
En cambio, la campaña del En Contra tiene problemas graves en la izquierda, porque implica que se mantiene vigente la Constitución del 80. Y eso es algo que los tiene muy complicados. ¿Cómo le explican a sus electores que después de 40 años de pedir un cambio constitucional, hoy día encuentran este insuficiente y prefieran la Constitución de 1980?
-Jaime Quintana (PPD) dijo que podría venir un nuevo estallido si gana el A Favor. ¿Eso refleja cierta inquietud de la izquierda?
-El estallido social genera un rechazo muy profundo en la ciudadanía. Entonces, cualquiera que sostenga que esa violencia puede volver, va a enfrentar un malestar y una crítica muy fuerte de los electores.
-¿Piensas que puede haber un voto oculto por aprobar?
-Tal como pasó en el plebiscito anterior, donde había muchas personas de centro izquierda que votaron rechazo sin decirlo, hoy mucha gente de ese mundo progresista quiere votar a favor también sin decirlo. No están dispuestos a que estos cuatro años se cierren sin nada, con un fracaso total.
-¿Conversaron con Amarillos para sumarlos al A Favor?
-Me gustaría mucho que tal como ocurrió en el rechazo, se difunda el mensaje de que hay una centro izquierda que está con el A Favor. Yo creo que sería muy bueno que pudieran tener un rol importante en la campaña y en la Franja.
-Pero ya han tenido acercamientos.
-No todavía formalmente, pero sí informalmente.
-¿Esperabas un aumento más sostenido del A Favor en las encuestas?
-No. Subir 13 puntos en cinco semanas me parece que es un buen aumento y hay que apurar el tranco. Es una campaña difícil. Va a ser una disputa por el sentido común de los chilenos. Y en eso tenemos una ventaja.
-¿Cuál es el relato que están planteando en la campaña ahora que viene la Franja?
-No te puedo contar. Va a ser un relato sobre el sentido común mayoritario de los chilenos. Si lo logramos con el Rechazo, esperamos también lograrlo con el A Favor. Y para eso las voces ciudadanas, la sintonía con la gente, van a ser muy importantes.
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