Por allá en la época antigua del año 2019 cuando todo era normal y se caminaba en paz y con calma por la Plaza Italia, uno arriesgaba caer en el campo magnético de la Fuente Alemana. Yo iba poco por esos lares pero cuando pasaba por ahí invariablemente terminaba caminando cual sonámbulo hasta su barra. En una de esas visitas, la señora que me atendió me reprendió amablemente por no haberle avisado que me comería el lomo italiano con la mano. Según ella, “la cosa es al revés, si lo quiere sin cubiertos se lo habría envuelto parea que se lo pueda comer con la mano”.
Hace rato se ha hecho hábito entre oficinistas la ingesta de sánguches con tenedor y cuchillo, supongo que para evitar chuparse los dedos o no tener que soplarse el reto o la vergüenza por las manchas en la camisa. El propósito de comer dos panes con algo entremedio es justamente no usar cubiertos, no al revés. Así al menos se originó en Inglaterra y, siendo los chilenos los ingleses de Latinoamérica (por lo clasistas, no por lo puntuales), sería de esperar que respetáramos el tan noble origen.
Aunque los franceses y los italianos comían pan con muchas cosas siglos antes, fue John Montague cuarto Conde de Sandwich, quién inventó el sánguche. John, un político de fuste y bueno para la juerga, en una de sus muchas noches de apuestas no quiso interrumpir el juego para ir a comer y ordenó al cocinero que le trajera dos pedazos de pan con carne entre medio. Otros habrían pedido de inmediato: “lo que Sandwich está comiendo”. Sin embargo, fuentes indican que la cosa no sería fruto de la juerga sino al revés, de la tristeza.
Cuentan que la señora del Conde estaba rayada como paila de huevos. Que Sandwich se enamoró de la cantante Martha Ray con quién tuvo al menos cinco hijos. Que Martha y sus hijos no eran bien mantenidos por el Conde. Y que lo abandonaron.
Luego de ello, la ex amante apareció del brazo del capitán James Hackman jurándole su amor eterno. Para desgracia de Hackman la Sra. Ray se arrepintió dejando a James preso del amor no correspondido y al borde de la locura. El 7 de abril de 1779, Hackman y sus celos esperaron a que Martha Ray saliera del Royal Opera House para volarle los sesos de un tiro.
Aunque estaba separado de Martha, Sandwich cayó en una profunda tristeza y dejó de comer. Su leal cocinero intentó todo sin éxito hasta que logró alimentar al inconsolable Sandwich con un sandwich. Las personas que lo visitaron luego de la tragedia quedaron más sorprendidas con la creación culinaria que con su pena y se encargaron de propagar la receta que disfrutamos hasta hoy en miles de variaciones.
Un sandwich, sánguche, sángüich, sandui o como usted quiera llamarlo no es cualquier cosa. Siglos de trayectoria de esta invención merecen algo de respeto y es bueno que al menos en esto podamos acordar algunas normas, en la medida de lo posible, de rango constitucional:
Disposición especial: El choripán es rico pero no es sánguche y si se lo come acompañado de leche con plátano es un crimen más grave que el de Hackman. Se considerará una afrenta a las papilas gustativas y a la constitución.
Pensándolo bien, uno no se saca nada intentando oponerse a los cambios que ya adoptó la mayoría; solo resta adaptarse. Aquí y ahora, me doy vuelta la chaqueta y defiendo que sí es posible comerse un buen sandwich con cuchillo y tenedor, sólo si hablamos de un sandwich al revés. Dos pedazos de carne y un pan al medio. Algo es algo.
Esta preparación sirve para muchos sánguches pero partamos por el principio con el sandwich original de Sandwich, pero al revés.
2 bifes delgados de lomo liso 100 grs. c/u
1 rodaja de pan del mismo porte que los bifes
Mantequilla
Mostaza dijon
Sal y pimienta
Corte o compre dos pedazos de lomo y póngales sal y pimienta por ambos lados. Por las dudas afórrele un poco con una cuchara de palo. En un sartén muy caliente derrita la mantequilla y ponga la carne vuelta y vuelta hasta que esté a punto, unos 3 minutos en total. Retire y deje reposar.
En el mismo sartén ponga otro poco de mantequilla y dore el pan por los dos lados.
Ponga un bife en un plato y cuando esté listo el pan póngalo encima de la carne. Agregue mostaza a gusto y encima el otro bife. Cómalo con cuchillo y tenedor.
Ahora hay disponible tocino de corte parrillero, o sea más grueso, y queda muy bien en este sandwich. El tocino suele ser muy salado así que blanquearlo por 1 minuto le viene muy bien (ponerlo en agua hirviendo por 1 minuto).
2-3 lonjas de Tocino
1 hoja de Lechuga costina
1 rodaja de Tomate
2 rodajas de pan de molde del bueno
Mayonesa de tarro
En un sartén caliente dore las lonjas de tocino hasta que estén crocantes. Por mientras corte una rodaja de tomate y una hoja de lechuga. También tueste el pan y póngale mayonesa.
Cuando el tocino esté crocante póngalo sobre el pan, luego el tomate con un poco de sal y finalmente la lechuga. Tape con la otra rodaja de pan con mayonesa y cómaselo.
La langosta es demasiado cara para andar comiéndosela con pan así que recomiendo usar carne de jaiba que, cuando de sabor se trata, si no gana empata.
120 grs. de carne de jaiba
1 cucharada de apio pelado y picado
El jugo de 1/2 limón
Mayonesa casera
Sal y pimienta
Brioche o pan de leche
1/2 cucharada de mantequilla
Mezcle la jaiba, el apio, el jugo de limón y la mayonesa. Póngale sal y pimienta y pruebe la mezcla. Agregue más mayonesa si quiere. Parta el pan en dos mitades y tuéstelo, luego póngale la mantequilla y la jaiba (si quiere puede calentar un sartén y dorar el pan con algo de mantequilla). Agregue la jaiba y cómaselo.
Este sandwich es entre un Barros Luco y Barros Jarpa.
Si se le ocurre bautizar un sandwich por favor no tenga la osadía de ponerle su nombre. Le cuento que fueron los amigos y clientes de la Confitería Torres los que bautizaron el Barros Luco con el nombre del presidente y no al revés. Ya pasamos la verguenza nacional del combinado de salmón, queso crema y rúcula que “inventó” el Presidente Piñera. Obviamente el emparedado no prosperó por su desconexión absoluta con la realidad nacional y porque ¡fue él quién nombró a la mezcolanza aquella con su propio apellido!
Ingredientes:
2 o 3 tajadas delgadas de lomo de chancho
1 corte delgado de queso mantecoso
Pan frica
Ponga el pan a tostar. Por mientras, en un sartén con un poco de aceite de oliva dore el lomito (tiene que estar previamente hecho a la cacerola o asado al horno). Después de un par de minutos ponga queso encima del chancho y tape el sartén hasta que el queso se derrita.
Póngale mantequilla al pan y con una espátula ponga el lomito con queso encima. Tápelo, apriételo, cómaselo.
¡A gozar!
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Algo es algo: ¡Jamó! Por Juan Diego Santa Cruz (@jdsantacruz).https://t.co/gjTbsixB0U
— Ex-Ante (@exantecl) August 25, 2023
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