Una aplastante derrota sufrieron ayer los diputados que buscaban aprobar un sexto retiro de los fondos de pensiones. Con 48 votos a favor, 63 en contra y 3 abstenciones, el Gobierno logró enterrar por un año más este tipo de iniciativas en medio de un día en que los enfrentamientos y los reproches entre parlamentarios fueron los protagonistas.
Qué pasó. Si los diputados y diputadas, tanto de oficialismo como de oposición, tenían claridad de algo este miércoles es que se rechazaría en general el proyecto de sexto retiro y que el Gobierno lograría enterrar el tema por un año más. El martes la idea de legislar había sido rechazada en la comisión de Constitución de la Cámara Baja y el proyecto había sido despachado a la sala con informe negativo con 10 votos en contra y 3 a favor.
- La estrategia del Ejecutivo, hasta ese entonces, estaba funcionando a la perfección: el lunes en la tarde le ingresaron urgencia (discusión inmediata) y el martes, a las 15:00 horas, el presidente de la comisión de Constitución, Raúl Leiva (PS), sometió a votación que sólo se escuchara al ministro Mario Marcel antes de votar el proyecto en general.
- A las 18:30 se inició el debate en el hemiciclo de la Cámara. Tras poco más de una hora de debate, el proyecto se votó: 48 a favor, 63 en contra y 3 abstenciones fue el resultado que permitió al Gobierno dar por cerrado un nuevo capítulo de retiros previsionales.
Las horas previas. Los problemas comenzaron este miércoles a las 12.00 horas. En reunión de comités, la diputada Pamela Jiles (P. Humanista) solicitó que se revisara el incumplimiento del numeral 8 del artículo 302 del reglamento, el que plantea que se debe enviar un informe a la sala, y en dicha instancia se acordó que la comisión de Constitución volviera a sesionar sobre el tema.
- A las 14:34 se hizo un segundo intento -luego de la reunión de comités de la mañana- para retrasar la votación en sala del sexto retiro. Los diputados Jorge Durán (RN), Rubén Oyarzo (PDG) y Pamela Jiles (P. Humanista) reclamaban que no había quorum a la hora que debía iniciarse la sesión y que se debía suspender. El presidente de la instancia, Raúl Leiva, argumentó que no habían pasado ni 5 minutos desde que debía empezar la instancia y la dio por iniciada.
- Los problemas más graves vinieron después: el diputado Luis Fernando Sánchez (Republicano) dijo que si bien no tenía problemas con sesionar, pidió consideración que para la próxima vez se cumpliera con el reglamento y se citara con la hora de antelación que se estipula cuando se discuten proyectos que están con urgencia.
- “Quiero solicitar la nulidad de esta comisión y de los acuerdos que se han adoptado porque el correo llegó a las 13:44”, dijo después Durán.
- Entremedio intervino el diputado Miguel Ángel Calisto (ind. cercano a Demócratas) y la diputada Jiles solicitaba la palabra una y otra vez, acusando a Leiva de no cumplir con los procedimientos de la comisión. “He tratado de ser súper riguroso diputada Jiles”, le refutó Leiva.
La acusación a la secretaría. “Me ha llegado información que la minuta que ayer se le pretendió dar el carácter de fusión y que fue un documento muy mal redactado, no fue redactado por el señor secretario, fue redactado por un diputado de esta comisión”, acusó el diputado René Alinco (ind.) en la sesión de la comisión y añadió que dicha redacción la habría hecho el diputado Soto.
- Los dichos de Alinco fueron inmediatamente contestados por Leiva, quien los calificó de “muy graves” en al menos 4 oportunidades.
- Inmediatamente después contestó el secretario de la Comisión. Explicó que el martes se emitió un certificado luego de la votación y manifestó que “como funcionario de la corporación, me está atribuyendo intención o sentimientos opuestos a mis deberes y eso yo no lo voy a aceptar señor Alinco”.
- En la instancia se encontraba el secretario general de la Cámara de Diputadas y Diputados, Miguel Landeros. Había llegado a inicios de la sesión para entregar una propuesta a la comisión sobre el informe complementario que se podría enviar a la sala. Por eso, luego de las acusaciones de Alinco, quiso intervenir.
- “Si estas declaraciones fueran hechas en otro contexto nosotros podríamos ejercer las acciones judiciales que corresponden, porque la única manera que tenemos de defendernos es a través de los tribunales, no tenemos otra, y en este caso, no podemos hacerlo porque en sala y comisión ustedes tiene la inviolabilidad”, dijo Landeros.
- El ambiente en la comisión de Constitución en ese momento ya era tenso. Solo en la mesa de la sala habían más de 15 personas sentadas, sin considerar a los asesores y a otros parlamentarios que escuchaban atentos la sesión.
- Para Leiva había claridad: sería una sesión difícil en la que los diputados que estaban a favor del sexto retiro harían lo posible para estirar el chicle y que no se votara hoy en el hemiciclo. Con eso, se permitían estar una semana más en la agenda mediática.
- “Diputada Jiles no le he dado la palabra. Por enésima vez la llamo al orden”, le dijo Leiva a una de las propulsoras de los retiros.
- Después la parlamentaria habló: “Estamos sesionando fuera de reglamento. Lo que correspondería presidente es que usted en cumplimiento riguroso del reglamento, suspendiera esta sesión porque esta sesión es ilegal”, haciendo alusión a que el correo de la citación había llegado 46 minutos antes y no 1 hora.
Los llamados telefónico. Entre la sesión de la comisión que finalizó alrededor de las 15:50 y el inicio de la sala a las 18:30, se activaron los movimiento del Ejecutivo para que se viera la menor cantidad de votos favorables en el hemiciclo. La ministra del Interior, Carolina Tohá, fue la encargada de llamar a algunos diputados oficialistas para convencerlos de que rechazaran la medida. No le contestaron.
- Otros, como el diputado Marcos Ilabaca (PS), fueron convencidos en horas previas y se parearon.
- En las primeras palabras, diputados como Oyarzo o Gloria Naveillan (ind.) insistieron en el punto de que el proyecto no se debía someter a votación porque se había cometido un error procedimental. “Si algún diputado tuviera alguna duda o diferencia respecto del procedimiento siempre existe una instancia superior que es el Tribunal Constitucional”, dijo Mirosevic desde la testera y añadió que como mesa entregaban “nuestra solidaridad con un funcionario de la comisión de Constitución que hoy fue agredido”.
- La hora de debate que vino después no fue muy distinta a lo sucedido en la comisión de Constitución. Acusaciones de populismo, de volteretas a parlamentarios oficialistas que apoyaron retiros anteriores e incluso el diputado Gaspar Rivas sacó un confort.
- “Poco democrática” le gritó desde un lado a otro del hemiciclo el diputado Cristian Tapia (jefe de bancada PPD) a Naveillan, quien le pedía la palabra a Mirosevic para reclamar por el repentino cierre del debate y el inicio de la votación que dio por finalizado un nuevo capítulo de los retiros de pensiones por un año más.