Las firmas que explotan litio (SQM y Albemarle) aportaron en conjunto más que toda la gran minería privada del cobre. Esos recursos extraordinarios deberían ser computados de un manera ad hoc, demanda el Consejo Fiscal Autónomo (CFA).
Litio. Mediante una nota técnica, el Consejo Fiscal Autónomo inyectó cautela a las positivas cifras del Gobierno por haber conseguido un saldo fiscal exitoso en 2022 con el primer superávit efectivo en una década.
- El documento del CFA aprieta la tecla de la prudencia y gira la perilla de las sugerencias, dado que una parte relevante de los ingresos son extraordinarios, provenientes de la explotación del litio por parte de SQM y Albemarle.
- El CFA terminó calculando un número inédito: en 2022 el Estado percibió en total más de US$ 5 mil millones por la explotación de ese mineral no metálico, equivalentes al 1,6% del PIB y al 6,4% de todos los ingresos fiscales del año pasado.
- Los US$ 5 mil millones desde SQM y Albemarle no solo más que duplicaron el aporte de Codelco el año pasado, sino incluso son mayores que la gran minería privada de cobre.
- La demanda y los precios del litio se dispararon debido al mayor apetito global por materias primas necesarias en las nuevas tecnologías menos contaminantes. La fabricación de autos eléctricos, por ejemplo, requiere litio.
- En paralelo, el Gobierno trabaja en una política nacional del litio y planea la creación de una empresa estatal.
Más información. El CFA recuerda que los recursos por litio proviene de dos empresas (SQM y Albemarle) y por tres vías distintas: 1) contratos de Corfo por arrendamiento de las pertenencias de las que es dueño; 2) por el impuesto a la renta que pagan ambas firmas, y 3) por el impuesto específico a la minería (coloquialmente llamado “royalty“) de las mismas compañías.
- Pero hay un problema, dice el consejo: “Los ingresos fiscales totales por litio no se publican individualizados en las estadísticas oficiales, por lo que se debe recurrir a aproximaciones”.
- Hay escasa ambigüedad en la crítica que hacen los consejeros a la Dirección de Presupuestos (Dipres): “Una condición básica para analizar los ingresos fiscales asociados al litio es contar con información idónea y de manera oportuna. Esto es necesario para identificar sus componentes transitorios y estructurales, así como para hacer proyecciones. Al respecto, el CFA constata que existe falta de información oficial disponible sobre los ingresos fiscales generados por la explotación del litio”. Por ello, dice después, “el CFA recomienda que la Dipres publique regular y oportunamente, con la misma periodicidad de sus IFP [Informes de Finanzas Públicas], información desagregada de dichos ingresos fiscales”.
- Desde hace meses que el CFA viene solicitando a la Dirección de Presupuestos información detallada sobre los ingresos provenientes del litio, incluyendo proyecciones. Incluso, mediante oficios se quejó de la falta de respuesta de la entidad que dirige Javiera Martínez.
- Este medio consultó si acaso los requerimientos a la Dipres fueron respondidos. El CFA dice a Ex-Ante que “la Dipres envió antecedentes, pero persisten los desafíos de información que se identifica en el informe sobre el litio”.
- Al final, el consejo se basó en información que obtuvo de Corfo para realizar sus estimaciones sobre los ingresos fiscales por litio.
Los datos. En detalle, el CFA calcula que el arriendo de pertenencias Corfo a SQM y Albermarle significó retornos por US$ 3.121 millones. en 2022.
- Dado que el ítem “Rentas de la propiedad” del último informe de ejecución presupuestaria de Dipres en 2022 indica ingresos por unos US$ 4.160 millones (tipo de cambio = $875), el litio habría representado del orden del 75% de esa categoría.
- Esos ingresos por arrendamiento de pertenencias mineras a SQM y Albemarle pasan al patrimonio de Corfo.
- El CFA también calculó los ingresos tributarios de las empresas explotadoras de litio (SQM y Albemarle), tanto por su impuesto a la renta como por el royalty asociado. De nuevo basándose en datos de la Corfo, el CFA estima que en 2022 ambas compañías generaron recursos tributarios por US$ 1.911 millones.
- El informe del CFA no dice si se diferencia el impuesto a la renta pagado por SQM solo por litio o si incluye todos sus negocios.
- De todos modos, sumando ingresos por arrendamiento (Corfo) y pago de impuestos, las empresas privadas de litio enteraron al Estado US$ 5.032 millones en 2022.
Litio versus cobre. El aporte global de dos empresas de minería no metálica (SQM y Albemarle), considerando impuestos y arrendamiento de pertenencias mineras, por un lado más que dobló a Codelco, y por el otro superó a la gran minería privada de cobre, según un análisis de Ex-Ante.
- La comparación se hace al mirar el informe del CFA y el reciente reporte de ejecución presupuestaria de la Dipres.
- En el ítem "Tributación minera privada" de la Dipres se consideran las 10 firmas más grandes de la minería privada (GMP10), que tienen al cobre como principal producto, y donde están compañías como Escondida, Collahuasi, Los Pelambres y Anglo American. En 2022 esa gran minería cuprífera pagó impuestos (renta, sobretasa, royalty) por $3,9 billones (unos US$ 4.545 millones).
- Codelco, que en el informe de la Dipres aparece en la categoría "Cobre bruto", generó un total de traspasos (incluyendo todos los impuestos) por $1,9 billones (US$ 2.243 millones).
Proyección. En 2018, la Corfo había proyectado que en el año 2022 SQM y Albemarle generarían ingresos totales al Estado por US$ 709 millones, y que en el período 2018-2030 llegaría a US$ 12.973 millones. Visto así, solo en 2022 se cumplió con el 39% de ingresos previstos para una docena de años.
- No existen cifras oficiales que permitan desglosar los aportes totales de SQM y de Albemarle por separado. SQM está vinculada con el chileno Julio Ponce Lerou y, en menor medida, con la china Tianqi. Albemarle pertenece a la firma norteamericana homónima cuya sede central está en Carolina del Norte.
Extraordinarios. La regla fiscal en Chile considera dos válvulas relevantes para determinar los ingresos estructurales. Por un lado, cuánto crecerá la economía (PIB tendencial) y, por el otro, a cuánto ascenderá el precio del cobre (cobre de largo plazo). El CFA, no obstante, advierte que la regla deja abierta una tubería que hasta hace poco tiempo pasaba inadvertida: "La regla fiscal no contempla un ajuste cíclico ad hoc en el caso de los ingresos que provienen del litio, por lo que esos recursos, potencialmente transitorios, son en su gran mayoría considerados como ingresos estructurales y, por lo tanto, podrían destinarse a financiar gastos permanentes. Esto plantea desafíos para la sostenibilidad fiscal".
- Dado el alto volumen de recursos provenientes del litio, el CFA considera que el Gobierno debería registrar esos dineros en una cuenta especial ad hoc. Así se hizo, por ejemplo, entre 2005 y 2015 con los recursos extraordinarios del molibdeno, un subproducto que surge de la explotación del cobre.
- Tampoco se trata de hacer más compleja la regla. "Una opción muy simple es que, en la metodología de Balance Estructural, se determine que los ingresos fiscales por litio -como porcentaje del PIB- que se ubiquen sobre cierto umbral, fuesen considerados como transitorios. El Consejo recomienda definir y aplicar como parte de la regla una metodología de este tipo para el año en curso".
- Con todo, tanto en el Informe de Finanzas Públicas del Tercer Trimestre de 2022 como en declaraciones de su directora, Javiera Martínez, la Dipres suele enfatizar que los ingresos por litio con transitorios. Tanto así que para la elaboración del Presupuesto 2023 se asume una caída de los ingresos por "rentas de la propiedad" por ese mineral, debido a "un aumento en la oferta mundial y una disminución de la demanda mundial por litio".
- No obstante, el CFA plantea su preocupación de que "actualmente la regla fiscal considera el 100% de los ingresos por litio provenientes de rentas de arrendamiento a Corfo como ingresos estructurales, por lo que estos pueden ser destinados a financiar gastos permanentes".
Consejo. El CFA es una entidad creada por ley, compuesta por cinco especialistas de diversas tendencias ideológicas, cuya función es examinar cómo el Gobierno avanza en su política fiscal. Actualmente lo preside Jorge Rodríguez Cabello (ex funcionario de la Dipres con Michelle Bachelet I y II), y lo integran Hermann González (ex coordinador macro de Hacienda en el segundo gobierno de Sebastián Piñera), Paula Benavides (ex asesora de Hacienda en Bachelet II), Aldo Lema (consultor privado) y Jeanette von Wolfersdorff (fundadora del Observatorio de Gasto Fiscal).
Revise el informe completo del CFA sobre los ingresos fiscales por el litio
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