El ministro de Hacienda calificó la idea como un “autoengaño” con efectos de catástrofe para el mercado de capitales y el bienestar de la misma población.
Proyectos. Son tres los proyectos de parlamentarios de oposición de izquierda que plantean la idea de que los afiliados puedan retirar recursos de sus fondos previsionales con el compromiso de retornarlos en un determinado plazo. Son también conocidos como “autopréstamos previsionales”.
- Uno, ingresado el 21 de marzo de 2022 por diputados del PDG actuales y pasados, plantea el retiro de hasta el 15% de los fondos, sin tope, con devolución en hasta 60 cuotas.
- Dos, ingresado el 15 de noviembre de 2022 por Pamela Jiles, René Alinco y otros legisladores de diversas tendencias, propone un “autopréstamo” del 100%, con una devolución que supuestamente se extiende por cinco años (60 cuotas).
- Tres, del 30 de noviembre de 2022, de Jiles, Alinco y otros, que es casi la copia exacta del anterior.
- Esos tres proyectos fueron refundidos en una sola iniciativa, aunque sus diferencias deben ser reparadas mediante una indicación que está pendiente.
- En paralelo, el mismo Gobierno incluyó una propuesta de autopréstamo dentro de la Reforma Previsional. En ese caso, sin embargo, el máximo de préstamo propio es de hasta el 5%, siempre que no sobrepase $1 millón.
Catastrófico. “Tenemos la obligación frente a la ciudadanía de evaluar el impacto de medidas y políticas públicas, considerando beneficios y costos. Esta medida, especialmente en su versión de autopréstamo del 100%, tendría efectos catastróficos para la población que más queremos ayudar, con impactos en el presupuesto fiscal pueden ser incalculables”, dijo el miércoles 4 de enero el ministro de Hacienda, Mario Marcel, ante los diputados de la Comisión de Constitución.
- También denominó al autopréstamo propuesto por Jiles (PH) como un “autoengaño”, porque en rigor se trata de un “retiro encubierto”. La diputada Jiles estuvo de acuerdo con esa descripción, mientras la presidenta de la comisión, Karol Cariola (PC), dijo no entender que el Ejecutivo se oponga a las iniciativas de los parlamentarios mientras al mismo tiempo propone otro autopréstamo en el contexto de la Reforma Previsional. Marcel le recordó lo dicho por Jiles: el proyecto de los legisladores es un “retiro encubierto”.
Efectos catastróficos
¿Cuáles son los efectos catastróficos que Gobierno y especialistas advierten ante los autopréstamos (y retiros)? A continuación, una lista.
Inflación. El Banco Central de Chile calculó que aproximadamente dos tercios del alza de la inflación acumulada desde comienzos de 2021 se explicaba por factores internos y un tercio por externos.
- La cadena funciona de esta manera: cuando las personas tienen más recursos, hay un mayor consumo. Y si eso ocurre en medio de un fenómeno de escasez, como sucedió en pandemia con una restricción de exportaciones desde China, la presión llega a los precios. El ejemplo más claro sucedió con el mercado de automóviles: había compradores, pero no productos, por lo que los precios de los vehículos nuevos y también usados se dispararon.
- A noviembre, la inflación llegó a 13,3% anual. El dato definitivo de 2022 se conocerá este viernes, pero lo relevante es que un nuevo retiro (o autopréstamo) de esa magnitud será un golpe de amplia magnitud a los precios. Si el IPC no cede, el Banco Central deberá mantener o incluso subir más la Tasa de Política Monetaria (TPM), hoy en 11,25%. En ese caso las tasas de los préstamos de consumo, comerciales e hipotecarios seguirán elevadas
- La paradoja es que el dinero autoprestado o retirado de los fondos previsionales perderá parte de su valor antes de que las personas lleguen a gastarlo.
Pensiones. Dado que las personas podrán retirar sus ahorros, ya sea en forma definitiva o con una promesa dudosa de retorno, se reducen por simple lógica los recursos que se supone deberán financiar su futura pensión.
- Pero hay un efecto colateral que ya se notó en los retiros previsionales previos y que también ocurría con los traspasos entre multifondos en la época de Felices y Forrados: un afiliado que nada hace también sale perjudicado: dado que la magnitud de los retiros (autopréstamos) es tan profunda, el valor de los fondos que se quedan también disminuye. Este es un ejemplo: si viene un retiro, la AFP debe buscar papeles en el mercado que puedan ser vendidos con mayor rapidez, de modo de generar liquidez para entregarla al afiliado. Por esos papeles se puede terminar pagando más, y cuando hay que salir a venderlos para obtener liquidez se hace a descuento. Pero el afiliado que no retiró nada está en un mismo grupo que el que sí, y por lo mismo el fondo de pensiones donde están sus ahorros terminan invertidos en los mismos papeles de mayor liquidez.
Fisco. Dado los cambios en la población sujeta a asistencia estatal, el Fisco deberá redestinar recursos desde otras áreas al financiamiento de subsidios como la PGU a quienes se queden sin dinero para su pensión. Una forma de generar nuevos recursos es por medio de impuestos, los cuales deberán ser pagados por la misma población ya sea a través de un IVA más caro o de nuevos tributos que afecten a los futuros trabajadores.
- El otro perjuicio fiscal se vincula con las tasas de interés de sus instrumentos financieros. Por ejemplo, un bono del Estado puesto en los mercados locales o globales será más riesgoso, lo que obliga al país a pagar más caro por los mayores intereses que genera esa deuda. El pago de esos intereses proviene del mismo Presupuesto que también debe hacerse cargo del gasto social, lo que obligaría a reducir la presencia del Estado en los servicios públicos.
Mercado de capitales. Los tres retiros previsionales generaron una merma de unos US$ 50 mil millones en el mercado de capitales; es decir, en ese segmento de la economía donde se transan acciones bursátiles, créditos, bonos públicos y privados, y en general todo tipo de instrumentos financieros. Dada la magnitud de los retiros ocurridos entre 2020 y 2021, las AFP debieron vender los fondos de los mismos trabajadores para liquidar (transformar en efectivo) esa plata. Los afiliados que tomaron ese dinero pudieron usarlo como consumo (por ejemplo, comprando bienes muebles e inmuebles), reducir deudas, o bien ahorrarlo.
- Sin embargo, al retirar esos dineros, los agentes internacionales desconfiaron de la capacidad de largo plazo del mercado financiero chileno. Así, Chile se volvió más riesgoso, con tasas de interés más caras que se sumaron al efecto inflacionario.
- Ante ello, los bancos debieron cobrar también más caro los préstamos de todo tipo, incluidos los hipotecarios. Es decir, los retiros contribuyeron a hacer más caro el acceso financiero a la vivienda propia.
- También afectó la posibilidad de crear nuevos negocios. Dado que había menos “profundidad” del mercado de capitales, disminuyeron los recursos disponibles para financiar proyectos de inversión de largo plazo. El menor volumen de recursos disponibles hace que sea más caro emprender.
Golpe de gracia. En la presentación que realizó Mario Marcel a los diputados se resume que “un autopréstamo, en condiciones de las mociones que considera la comisión, es un retiro de fondos encubiertos, que solo alimentará un círculo vicioso de más inflación, mayores tasas de interés, caída de valor de los fondos, y dará el golpe de gracia a la población más necesitada de ayuda en la actualidad, con efectos negativos muy superiores incluso a los tres retiros de fondos sumados en conjunto”.
- El ministro planteó que después de las votaciones del cuarto y quinto retiro (que fueron rechazados), tener un autopréstamo que sea del 100% o que sea sucesivo (como la propuesta del PDG), “los efectos sobre los mercados van a ser más o menos iguales, igualmente negativos”.
Vea la presentación de Mario Marcel