En el Ejecutivo han reforzado la idea de que la propuesta es un sistema “mixto”, mientras desde la derecha exigen que sea el Estado (no vía sueldo de los trabajadores) el que fortalezca la “solidaridad”. Lo que está detrás es una disputa ideológica sobre el modelo. En el oficialismo reconocen que no será una batalla fácil, entre otros motivos porque las encuestas muestran en forma consistente que la mayoría de las personas desea que el 6% extra vaya a sus cuentas individuales.
El 6%. El Presidente Gabriel Boric presentó este miércoles en la noche la Reforma Previsional, que busca introducir un sistema “mixto” de pensiones.
- Eso significa que la nueva cotización de 6%, con cargo a los empleadores, irá a un ahorro colectivo, llamado Fondo Integral de Pensiones (FIP), y no a las cuentas de capitalización individual donde hoy se acumula el 10% habitual.
- El destino del 6% será uno de los elementos centrales del choque entre la derecha en la oposición y el oficialismo.
- El bloque conformado por los partidos de Chile Vamos (UDI, RN y Evópoli) más Republicanos y el Partido de la Gente (PDG) exige que el 6% completo vaya a la capitalización individual. Argumentan que de esa manera habrá un aumento considerable en las pensiones de los afiliados, quienes además mantendrán la propiedad sobre los fondos. Y la parte “solidaria”, defienden, debe provenir de las rentas generales de la Nación (impuestos) por medio de una Pensión Garantizada Universal (PGU) más elevada.
- En el oficialismo retrucan que incluso la reforma planteada por Sebastián Piñera consideraba que 3 puntos del mismo 6% extra fuese a solidaridad. Fue por eso que hace unos días la ministra Camila Vallejo dijo que lo defendido por la derecha “se acerca más a José Piñera” –creador del sistema de AFP– que a su hermano Sebastián.
Estado. El otro elemento central del debate apunta al rol del Estado como agente inversionista. La propuesta del Gobierno crea un ente denominado Inversor de Pensiones Público y Autónomo (IPPA), cuya función será gestionar tanto las inversiones de la cuenta de capitalización individual del 10% como del FIP del 6% extra.
- Solo en la gestión del 10% (que ahora será 10,5%) tendrá competencia, dado que también estarán las sucesoras de las AFP: Inversor de Pensiones Privado (IPP). La gestión del ahorro colectivo la hará en forma exclusiva, según la propuesta del Ejecutivo.
- En la derecha plantean dos argumentos: primero, que el Estado no ha demostrado ser mejor gestor de recursos que los privados. Por lo mismo, si bien la idea de una “AFP estatal” era aceptada por el sector sobre la base de que competiría con las mismas reglas que las privadas, el que el nuevo ente tenga la exclusividad del 6% genera rechazo. Y segundo, agregan, existe el riesgo de captura de la nueva institución, más allá de que la estructura orgánica propuesta sea similar a la del Banco Central.
Modelo. La disputa de fondo es ideológica, sobre el modelo económico. La propuesta del Ejecutivo dista de las ideas originales de Apruebo Dignidad, que buscaba la prevalencia completa del sector público y el fin completo de las AFP. Ese enfoque debió cambiar e incluir, por pragmatismo político, la participación de los privados, incluidas las entidades que reemplacen a las AFP (IPP). En todo caso, la orientación general de la Reforma Previsional va en consonancia con el concepto de “seguridad social” que promueven instituciones como la OIT.
- En la derecha, en cambio, observan que el sector privado –incluyendo a los mismos trabajadores– determinan mejor la distribución de los recursos. La amplia victoria del Rechazo, sostienen en el sector, es una muestra de que la población también privilegia que los ahorros previsionales sigan siendo parte de su patrimonio personal (heredable, por ejemplo) y no colectivo.
- En sectores de centro, como la Democracia Cristiana, han planteado un escenario intermedio.
Relato. En el oficialismo reconocen que su propuesta parte cuesta arriba por múltiples motivos:
- Primero, la dura derrota de Apruebo, que planteaba una dirección más hacia la seguridad social, les restó respaldó ciudadano.
- Segundo, los tres retiros previsionales –que Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático apoyaron– fueron un búmeran ideológico. Ocurre que ahora las personas tienen más conciencia de que los recursos que estaban en las AFP sí existen –hubo ex convencionales que esparcían fake news al respecto–, dado que recibieron por anticipado sus beneficios.
- Y tercero, las encuestas de opinión pública muestran en forma consistente que la mayoría de las personas desea que el 6% extra vaya a sus cuentas individuales, no a un fondo colectivo.
- Por eso el Ejecutivo admite que el “relato” de la seguridad social implica un cambio muy complejo.
Batalla comunicacional. Desde el punto de vista comunicacional, el Gobierno buscará reflejar cómo el nuevo esquema permite pensiones más altas para los grupos más vulnerables, con tasas de reemplazo mayores que aquellas que se alcanzarían con la mera suma del 10% y de la Pensión Garantizada Universal.
- Desde la oposición responden con otros gráficos que indican que las tasas de reemplazo son mayores cuando se suma la PGU no al 10%, sino al 16% de una eventual nueva cuenta de capitalización individual.
Trámite. El Ejecutivo tiene previsto que la iniciativa ingrese la próxima semana a tramitación parlamentaria. Comenzará su camino por la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados.
Lea aquí la minuta a los parlamentarios oficialistas con los ejes de la Reforma de Pensiones que anunciará Boric