El profesional costarricense llega a un puesto influyente en un organismo internacional -con sede en Santiago- tradicionalmente vinculado con la teorías desarrollistas.
Quién es. El costarricense José Manuel Salazar-Xirinachs es el nuevo secretario ejecutivo de la Cepal, organismo de Naciones Unidas con sede en Santiago. Asumió en su puesto este lunes 3 de octubre, designado por el secretario general de la ONU, António Guterres.
- Economista de profesión (Universidad de Costa Rica), Salazar-Xirinachs tiene un doctorado en esa especialidad por la Universidad de Cambridge. Es la misma universidad británica donde se formó el ministro de Hacienda, Mario Marcel, y de donde provienen otras autoridades económicas, como los subsecretarios Claudia Sanhueza (Hacienda) y José Miguel Ahumada (Subrei).
- Una de sus focos de estudio es el análisis del libre comercio y cómo los países del hemisferio occidental aprovecharon la ola de apertura para consolidar un esquema de liberalización de aranceles. A eso, por ejemplo, se dedica uno de los libros más comentados editados por él y Maryse Robert, Hacia el libre comercio de las Américas (2010).
- Trabajó durante más de una década en la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Política industrial. El campo sobre la política industrial es uno de los que más ha estudiado. Se trata de un área de particular interés para el Gobierno de Gabriel Boric, que en su programa incluye iniciativas asociadas como la creación de una banca nacional de desarrollo.
- “La historia muestra que en todos los casos de recuperación exitosa, el Estado ha desempeñado un papel proactivo, ya sea en la creación de mercados, en el fomento de empresas, en el fomento de la mejora tecnológica, en el apoyo a los procesos de aprendizaje y la acumulación de capacidades, en la eliminación de cuellos de botella de la infraestructura para el crecimiento, en la reforma de la agricultura y/o en la provisión de financiamiento”, escribió con Irmgard Nübler y Richard Kozul-Wright en el libro “Transforming economies“, publicado por la OIT en 2014.
- Al año siguiente, el economista asumió como director regional para América Latina y el Caribe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El puesto concluyó en 2018. En esa calidad profundizó acerca de cómo la política industrial había tenido un “regreso”.
- En un seminario en 2016, organizado por Cepal en México, mencionó una decena de trabajos cuyos autores habían vuelto a levantar la política industrial (o “política de desarrollo productivo”, en jerga OIT), como Mariana Mazzucato, Joseph Stiglitz, Mario Cimogli y él mismo con su libro coeditado con Nübler y Kozul-Wright.
- Algunas de sus reflexiones en ese seminario:
- “Mucha de la industrialización de la que se benefició sin duda América Latina por 30 años o más es gracias a las ideas de la Cepal y a las reflexiones que hizo Cepal en los años 50, 60, 70, sobre el proceso de industrialización”.
- “Sabemos que luego soplaron otros vientos, otras ideas que venían del norte, ‘consensos’ bien conocidos que desafortunadamente cambiaron la dirección y tal vez se fueron al otro extremo. Se fueron al extremo de hacer de la política industrial una especie de mala palabra, para ponerla debajo de la mesa”
- “Si uno lo ve con cuidado, nunca se dejó de hacer política industrial y desarrollo productivo en América Latina, pero no ciertamente con la fuerza con que debió haberse continuado. Creo que los países estarían en otra situación si hubiesen seguido esa dinámica”.
- “Las políticas de desarrollo productivo o política industrial son claves para el crecimiento inclusivo y la generación de empleos de calidad”
- “Tenemos un debate enorme de si los nuevos acuerdos comerciales nos han quitado campo de maniobra y espacios para algunos instrumentos. Yo creo que no hay que quejarse tanto, que todavía hay mucho de nuevos estilos de política industrial que se pueden hacer aun bajo los nuevos parámetros de de acuerdos comerciales”.
Por qué importa. La Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) es una de las entidades multilaterales de Naciones Unidas con mayor influencia desde mediados del siglo pasado en la región. Su sede está en Vitacura.
- La cultura “cepaliana” introdujo en la política económica de numerosos países, incluido Chile, la necesidad de industrializar sus esquemas productivos para cerrar la distancia con las economías más ricas del “norte”. Así surgió una de las iniciativas más conocidas, como la de Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI).
- Al alero de sus investigadores se robustecieron las teorías desarrollistas (que plantea que el Estado debe tener un papel más relevante para generar el desarrollo de la economía) y de la dependencia (que bebe de teorías del neocolonialismo al culpar a los centros hegemónicos de la dependencia a que quedan sometidas las economías periféricas). Sin embargo, ese modelo ha sido criticado por descuidar elementos clave para el progreso, como la competencia y los equilibrios fiscales.
- En cambio, el modelo de liberalismo económico surgido desde Estados Unidos terminó por imponerse y fue visto como una mejor vía para promover el bienestar material de la población. Se le conoció en su minuto como Consenso de Washington. En Chile su aplicación partió en la dictadura militar y, según han cuestionado representantes de Apruebo Dignidad como el embajador de Chile en España, Javier Velasco, ese modelo no solo se mantuvo en democracia, sino que “fueron 30 años de políticas que profundizaron la desigualdad“. El ex Presidente Ricardo Lagos, por mencionar un caso, ha rebatido esas críticas.
- Desde fines del siglo pasado la Cepal también atravesó por su proceso de renovación. Sus investigadores dieron mayor importancia a los equilibrios macroeconómicos como línea de base para avanzar en otras áreas del desarrollo. También han proliferado nuevas teorías, como el nuevo institucionalismo y una mirada más crítica del comercio internacional.
- Ha sido el lugar por donde han pasado varios ex funcionarios de los gobiernos de la Concertación y de la Nueva Mayoría, como el ex jefe de la Direcon Osvaldo Rosales (negociador de los acuerdos comerciales con Estados Unidos y la Unión Europea, por ejemplo) y el ex ministro de Hacienda Alberto Arenas (gestor de la truncada reforma tributaria de 2014 de Michelle Bachelet).
- Salazar-Xirinachs reemplaza en el cargo a la mexicana Alicia Bárcenas, quien estuvo por más de 14 años al frente de la institución. Entre la salida de Bárcenas, en marzo, y la llegada del especialista costarricense asumió en forma interina Mario Cimoli. Antes de Bárcenas el puesto lo encabezaron el argentino José Luis Machinea (2003-2008), quien venía de ser ministro de Economía del renunciado presidente Fernando de la Rúa; y antes estuvo José Antonio Ocampo (1998-2003), actual ministro de Hacienda del presidente de Colombia, Gustavo Petro.
Trayectoria. Entre 1988 y 1990, José Manuel Salazar-Xirinachs fue presidente ejecutivo de Corporación Costarricense para el Desarrollo (Codesa).
- Luego trabajó para la Federación de Entidades Privadas de Centro América, Panamá y Republica Dominicana (1990-1997), donde primero fue economista jefe y luego director ejecutivo.
- En paralelo, entre 1994 y 1997 fue director del Banco Central de Costa Rica.
- El presidente José María Figueres, un empresario socialdemócrata del Partido Liberación Nacional, lo integró a su gabinete en 1997 como ministro de Comercio. En ese puesto, según dice el propio Salazar-Xirinachs en su perfil público de LinkedIn, se abocó a la “atracción de inversiones, promoción de exportaciones, negociaciones comerciales”. Además, presidió la iniciativa de EE. UU. bajo Bill Clinton para crear el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
- Entre 1998 y 2005 vivió en Washington DC, donde dirigió la Unidad de Comercio de la OEA. Desde allí dio asistencia técnica al ALCA, bloque que terminaría como un proyecto fracasado tras el ascenso de líderes sudamericanos como Hugo Chávez, Lula da Silva y Néstor Kirchner.
- En 2005 se estableció en Ginebra, donde entró a la OIT en el cargo de director ejecutivo de Sector de Empleo. Ascendió como subdirector general de Políticas entre 2013 y 2015.
- Su cargo como director regional para América Latina y el Caribe de la OIT, entre 2015 y 2018, lo desempeñó en Lima.
- A partir de entonces y hasta ahora, según su currículum disponible en LinkedIn, ejerció como consultor independiente.