Tras ser ungida por la expresidenta Michelle Bachelet como su opción presidencial, la exministra Paula Narváez (PS) lanzó este miércoles su candidatura a La Moneda, y esta semana reformuló su equipo de campaña, con la salida de Paula Vodanovic, presidenta de la Fundación Bachelet, y el ingreso de Nivia Palma, de perfi más de izquierda. Cercana primero a Escalona, luego se vinculó al bacheletismo.
- Nació en Osorno en 1972. Su militancia PS data de su juventud en Puerto Montt, acercada por su padre Arturo Narváez, exconcejal PS y dirigente sindical. Antes de 1973, militaba en el PC y fue víctima de DD.HH. durante la dictadura.
- Es sicóloga de la U. Andrés Bello. Realizó luego un Magíster en Economía y Gestión Regional de la U. Austral, y un Máster en Relaciones Internacionales de la U. de Georgetown en EE.UU.
- Su vida partidaria hasta hoy la realiza desde el sector “Nueva Izquierda”, en el que se acercó al líder de ese grupo, el expresidente PS Camilo Escalona. Su padre también integraba ese lote, incluso de antes que Escalona fuese electo senador por Los Lagos a partir de 2006, años en que Narváez desempeñó cargos en el Gobierno Regional.
- Fue seremi del Trabajo durante el primer gobierno de Bachelet. Su gestión se hizo visible -recuerdan autoridades de la época- por haber participado en mediaciones de conflictos con sindicatos de las salmoneras. Antes, se había desempeñado en el Servicio Nacional de la Mujer de la región.
- De ese rol saltó a ser nombrada por Bachelet como delegada presidencial para la reconstrucción de Chaitén, tras la erupción en mayo de 2008. Su gestión no estuvo exenta de tensiones. En febrero/2009, debió salir con escolta policial de una fallida reunión con un grupo de pobladores que se oponían a la relocalización. “Ellos niegan una parte de la realidad. Esto es un fenómeno de la naturaleza, no lo provocó el Gobierno”, contestó entonces Narváez. Meses antes, el regional DC había atribuido a su gestión el que el alcalde de Chaitén José Miguel Fritis perdiera la reelección, lo que fue rechazado por el PS.
- Esa visibilidad permitió que fuera incorporada en 2009 por el PS -entonces presidido por Escalona- al comando de la campaña presidencial de Frei -quien fue derrotado por Sebastián Piñera-, como una de sus voceras. Un momento de protagonismo fue una arremetida suya contra Piñera: recordó su rol en el Banco de Talca y el Piñeragate, y lo llamó a “asumir que tiene problemas con la justicia en su historia”.
- Tras la campaña viajó a India a estudiar inglés. Allá, hizo suyas varias lógicas del hinduismo. Acude con frecuencia al Templo Hindú de Santiago y practica meditación.
- A partir de 2010, su trayectoria política estuvo siempre ligada al bacheletismo. Se integró a la fundación Dialoga -que formó Bachelet tras su primer gobierno-, luego ocupó un cargo en ONU Mujeres mientras la exmandataria lideraba ese organismo -al que de todas formas llegó por concurso-, y en el segundo período de Bachelet fue primero jefa de gabinete y luego ministra vocera. Ya fuera de La Moneda, participó en la rearticulación del bacheletismo, previa a la primera Cuenta Pública de Piñera 2. De esos diálogos emanó un documento que indicaba: “La endogamia piñerista es el partido que domina al Gobierno”.
- En Nueva York, fue de los personeros que acompañó a Bachelet durante su paso por ONU Mujeres junto a la periodista Paula Walker. Ahí, Narváez se desempeñó como especialista de programas para América Latina y el Caribe en materia de mujeres.
- Tras esa experiencia, Bachelet la nombró jefa de gabinete en 2014. Durante el primer año Narváez inició su prenatal por el nacimiento de sus 2 mellizas, y fue reemplazada por Ana Lya Uriarte. Al regresar del posnatal, Uriarte se mantuvo y Narváez asumió funciones en el Segundo Piso, antes de ser nombrada vocera a fines de 2016.
- Su interés por llegar a la primera línea política databa de años antes, recuerdan en el PS. Había buscado ser candidata al Parlamento en Los Lagos desde su época de seremi, pero no había contado con la venia de directivas.
- Como ministra mostró capacidad para abrochar acuerdos más allá de su ministerio. Viajaba con frecuencia al Congreso e intercedió para aunar apoyos a la gratuidad en la Educación Superior -hizo gestiones con los senadores Hernán Larraín (UDI) e Ignacio Walker (DC), quien era crítico del proyecto- y a la despenalización del aborto. Sus interlocutores la recuerdan como insistente, persuasiva, con “muñeca política” y carácter. En su cartera, sacó la capitalización de TVN -trabada por meses- y avanzó en inclusión de minorías sexuales.
- Le ayudó en ello un estilo receptivo con sus interlocutores, uno de los aspectos que Bachelet valoraba de la sicóloga, recuerdan asesores de ese gobierno.
- Ha defendido férreamente la gestión de Bachelet, al punto que fue cuestionada por la misma Nueva Mayoría en 2017, cuando tras la derrota de Alejandro Guillier frente a Piñera, Narváez afirmó: “Sufrimos una enorme derrota electoral, pero la derrota política está por verse”, argumentando que pese al resultado “el proyecto político del progresismo está vigente en Chile” por las reformas que impulsó Bachelet.
- Tras su salida, una auditoría de Contraloría a la Segegob realizó objeciones al uso de una imprenta institucional para afiches de NO+AFP y del Club Deportivo Colo-Colo, y personas contratadas a honorarios con fines distintos a los autorizados en el presupuesto. Los hechos se atribuyeron a la División de Organizaciones Sociales.
- En septiembre/2018 se trasladó a Panamá, para asumir por segunda vez -hasta la actualidad- un cargo ONU: especialista en participación política de mujeres para América Latina y el Caribe.
- Fue en noviembre que Narváez empezó a considerar una opción presidencial, en diálogos con un reducido grupo de exasesores y dirigentes bacheletistas, como Uriarte, Paulina Vodanovic, quien preside la fundación de Bachelet, Horizonte Ciudadano. Su nombre circulaba de antes en el PS: había surgido de la militancia, más que desde las dirigencias PS.
- Hace meses evaluaba retornar a la política en Chile. Analizó candidaturas al Parlamento o la Convención Constitucional, pero se inclinó por una candidatura presidencial, tras aunar el apoyo de las grandes tendencias PS y tener la venia del presidente del partido Álvaro Elizalde. “No lo he pensado jamás”, había dicho en 2017, al ser consultada por una opción presidencial.
- Bachelet estaba al tanto de la opción presidencial de su exministra -afirman sus cercanos-, y la vio con buenos ojos porque a su juicio permite introducir “nuevo aire” a una centroizquierda cuyas opciones no despegaban aún en encuestas.
- En el PS admiten que su déficit a remontar es un bajo nivel de conocimiento en la ciudadanía, aún cuando su gestión ministerial registró una evaluación positiva (48% de aprobación en mayo de 2017). No hay claridad aún de cuánto apoyo podrá endosarle Bachelet, pero en su primera medición en la encuesta Criteria de diciembre superó a las otras opciones del PS en una eventual primaria de centroizquierda (marcó 7%).